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| Golestan Palace, Teherán |
El
polvo suspendido, ¿o es contaminación?, oculta el horizonte, no hay
edificios, tan solo el hormigueo de coches y motocicletas serpeando
por carriles cuya línea de separación y señales no tiene utilidad.
En la cercanía, las paredes visibles, los cristales, los adornos
están cubiertos por una capa que los avejenta y hace
indistinguibles. A pie, el hormiguero humano sigue parecidos
movimientos espasmódicos. La población, en su mayoría, conmemora
la muerte de Hussein vistiendo de negro. Las mujeres han encontrado
el modo de llegar a la elegancia a través del negro, ajustando las
cinturas y dejando que el pañuelo se deslice hacia el moño, liberando una buena mata de pelo. Los hombres sin apenas barba están libres de las restricciones vestimentarias. Sonríen, buscan los ojos de las
mujeres coquetas como en cualquier lugar del mundo. Sin embargo, es
un problema adivinar la naturaleza de los preparados alimenticios,
como el precio, porque los símbolos numéricos utilizan, no la
grafía indoárabe convencional, sino una persa.
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