domingo, 23 de abril de 2017

Habla el pueblo



“Los jueces tenemos que interpretar la ley conforme al pueblo. Somos gente del pueblo y el pueblo no perdona apropiaciones económicas o desfalcos como los perdonábamos antes... Vamos creando nuevas necesidades penales que responden a que el pueblo las quiere y por lo tanto los jueces tenemos que interpretar las leyes conforme al contexto actual”.

El periodista no le pregunta por su acceso privilegiado al pueblo. Esa entidad. ¿Cómo logra una comunicación tan directa? ¿Se lo dice al oído? ¿Es por la nariz como barrunta lo que el pueblo quiere? ¿O es un sarpullido que le sale e interpreta?

  1. Michel Onfray, un filósofo que sigo pero que me desconcierta. Me da la impresión que su forma de decir es la contradicción. Es como si disparase contra sí mismo:
Pregunta. ¿Por qué no votará? 
Respuesta. En 2005 hubo un golpe de Estado en Francia. Los franceses votaron contra el tratado europeo, que era liberal. Pero el Partido Socialista y la UMP de la época [el gran partido de la derecha, antecedente de Los Republicanos de François Fillon] apelaron a la Asamblea Nacional y al Senado para saltarse esta expresión popular. Remodelado sólo en el plano cosmético, este tratado se convirtió en el Tratado de Lisboa. En 2008 la Cámara impuso al pueblo lo que éste había rechazado en referéndum tres años antes. Supuso una ruptura clara del contrato social. La clase política se burló de los electores. De otro lado, las Cámaras no son representativas de la sociología francesa. Algunos partidos están infrarrespresentados y otros al contrario. El Frente Nacional (FN) tiene una intención de voto del 25% [en el momento de la entrevista], pero tiene dos diputados, mientras que los ecologistas, con un 2%, tienen 18 escaños y una vicepresidencia de la Cámara. Las dos Cámaras congregan muchos funcionarios, profesores, notarios, médicos, pero casi no hay obreros o agricultores. Hoy la democracia es formal. Ocurra lo que ocurra, el futuro presidente de la República defenderá el euro, Europa, el liberalismo y el sistema que garantiza su funcionamiento”.
3. Un artículo que sí merece la pena.

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