Hay
algo peor que hacer el ridículo, perseverar en ello. Es lo que les
sucede a los indepes catalanes cuando una y otra vez suplican
por medio mundo una pose con algún personaje, aunque sea del pasado
remoto (Carter, por ejemplo), para hacerse una foto. Saben que hacen
el ridículo, pero se ven obligados a perseverar por la inercia del
procès en seguir pedaleando en la rueda del hámster.
Artesanos
de la paz. Así llama lo que sigue denominándose ETA a una pandilla
de observadores internacionales a quienes tampoco importa caer en la
cursilería con tal de que alguien en el mundo les tenga en mínima
consideración. Entre ellos un profesor Mannikalingam, un alcalde de
Bayona, un arzobispo de Bolonia y un representante de la iglesia
metodista de Irlanda. Todo por la entrega de ¡120 armas de fuego!
Como ridícula es la campaña de algunos ex próceres ingleses por mantener la gloria del imperio en el reducto de Gibraltar.
Espiritualidad progresista.
Como ridícula es la campaña de algunos ex próceres ingleses por mantener la gloria del imperio en el reducto de Gibraltar.
Espiritualidad progresista.
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