1. A los
populistas les gusta el radicalismo, así que ayer prefirieron en sus votaciones a los más
radicales -anticapitalistas- para llevar adelante una política populista (controlan el poder de
Podemos en Cataluña, Navarra, Madrid, Aragón, Andalucía, Baleares). Otra cosa
es lo que quieran sus votantes, que no será muy diferente, y sus posibles votantes
que, seguramente, se retraerán, salvo impacto de cisne negro.
2. Los
militantes de Podemos tienen poca consideración a la ley, los reglamentos, la
igualdad de oportunidades y las instituciones. Solo les interesará si se adueñan
del poder e imponen su ley, reglamentos, e instituciones. Así lo han demostrado
al elegir como líder de su agrupación de Madrid a Ramón Espinar. Espinar obtuvo
una vivienda protegida en una cooperativa de Comisiones Obreras de Alcobendas,
gracias a un préstamo de su padre (imputado por las tarjetas Black de
Cajamadrid), no por sorteo público sino por libre adjudicación de la
cooperativa a la que su padre por su cargo en Cajamadrid había concedido
préstamos. Espinar no estaba empadronado ni era residente en Alcobendas. Luego
vendió dicha vivienda, antes de que acabara el año, sin haber pagado una sola cuota de la hipoteca, obteniendo una plusvalía de 30.000 euros. ¿Cuántos jóvenes en peor situación familiar pudieron
acceder a una vivienda en iguales condiciones que él? Los militantes de Podemos no son partidarios de la igualdad de oportunidades.
La promotora de los pisos Vitra, una cooperativa de Comisiones Obreras, construyó 103 pisos en esa finca,
pero sólo sacó a concurso el 85% del total. Estos fueron sorteados por el
Ayuntamiento entre los jóvenes inscritos en la bolsa de vivienda del
Consistorio. Sin embargo, el 15% restante de las viviendas fue vendido por
Vitra a clientes elegidos de manera discrecional con el único requisito no
superar el máximo de ingresos. Ramón Espinar consiguió de esta forma su
vivienda.
3. Por fin,
algo tangible en las políticas de Ada Colau y su equipo: la reforma de laAvenida Meridiana de Barcelona y la creación de una empresa funeraria municipal. Un funeral cuesta en Barcelona 6.441 euros frente a los 4.700 de
Madrid o los 2.661 de Cuenca.
4. “Sin
duda Trump es populista, como en nuestro país Podemos y sus siete enanitos: no
porque prediquen lo mismo sino porque predican del mismo modo, empleando la retórica
demagógica para conseguir aunar la heterogeneidad de los descontentos” (Savater). "Con qué sentido común Trump ha sido capaz de conectar
y articular" (Errejón).
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