lunes, 26 de septiembre de 2016

Día 1



   En Irún una pareja de canadienses de Vancouver. Más cerca de los ochenta que de los setenta. Su quinto Camino, su segundo Norte. Envidio el optimismo sexy de la mujer de pelo blanco. Habla con todo el mundo un español lleno de remiendos pero tintineante.

   Entre los castaños, los robles y los pinos, en el bosque del Jaizquivel, el silencio se refleja en la espuma del mar contra el acantilado. El angustioso grito del silencio. El odio apagado ya, creo, del cura Santacruz arengando a sus apostólicos en estas fortalezas arruinadas. El erupto satisfecho de la tribu vasca, quizá, al recoger el mantel de las elecciones. El del realismo y la razón, sin duda, derrotados.

    San Sebastián de pie o eso parece, a las 13,30, a pleno sol, cuando atravieso el bulevar y el paseo de la Concha. De pie hacia la nada.

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