También los
franceses hacen malas películas, como esta Avant l'hiver en la que nunca
el artificio del guión llega a encarnarse en vida en los personajes de la
pantalla, a pesar de los buenos actores, aunque no aquí, Kristin Scott Thomas y
Daniel Auteuil. La primera no encuentra papel que interpretar y el segundo hace
de su interpretación un único gesto.
Un cirujano y su bella esposa, cerca ya
del invierno de sus vidas, insatisfechos en su moderna y holgada mansión, con
comodidades que nada les dan, son removidos, de pronto, por la irrupción de una
chica de origen marroquí que envía rosas rojas al cirujano y de vez en cuando
se le aproxima. Un suceso que debería revelar la vida insustancial de la pareja
burguesa. Pero nada es creíble, todo se ve impostado, la sensación de
sinsentido, la imposible relación del cirujano con la chica joven, la historia
que esta le cuenta, el fondo cultista que habría de envolver la relación. Qué
ridículas esas arias de La
Bohème que suenan cuando están juntos. Qué ridículos esos
planos largos en el que el tiempo cambiante sobre el paisaje del jardín de la
gran mansión debería metaforizar el cambio en las vidas del cirujano y su
mujer. No llegan, el espectador, yo, sólo puede responder ante esa supuesta
belleza con un bostezo. Por cierto, de Philippe Claudel, el guionista y
director, intenté leer, El informe de Brodeck de gran éxito, pero
tampoco pude, por las mismas razones.
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