Un toque de violencia

De atender a los críticos esta sería una peli que reflejaría la actualidad china. A mí no me lo ha parecido. Se trata de cuatro episodios levemente encadenados por un personaje que los va uniendo y con un asunto central, la violencia apenas explicada. El primero nos muestra a un individuo enfurruñado y colérico que no encuentra el modo de denunciar la corrupción de su comuna, representada por dos personajes que han medrado económicamente gracias al uso privado de la mina del pueblo, entonces, el hombre, se lía a disparar su escopeta de caza contra todo el que le sale al encuentro. El segundo nos muestra a un pistolero que regresa a casa por el cumpleaños de su madre; las víctimas de su violencia aparecen tan sorprendidas como el espectador; su mujer le pregunta por qué no se queda en casa y él responde que sólo disparar no le aburre. En el tercero una mujer le pide a su amante por enésima vez que abandone a su esposa pero él le solicita más tiempo, entonces, otra vez por sorpresa, la familia del hombre le sale al encuentro y la muele a palos; más tarde, esa mujer apaleada, empleada como recepcionista en una casa de masaje, tiene que soportar a dos individuos que insisten para que les preste servicios que no forman parte de su trabajo, insisten tanto que ella con una navaja embiste contra uno de ellos hasta bañarlo en sangre. En el último episodio, un joven recorre varios tipos de trabajos siempre frustrantes, por fin se emplea en un lupanar para hombres ricos; allí conoce y se enamora de una muchacha que trabaja para dar gusto a hombres extraños y ante la imposibilidad de marcharse y vivir juntos opta por lanzarse al vacío desde la terraza del alto edificio.

            El ritmo de esta peli de Jia Zhang Ke es vivo, entretienen sus 130 minutos, pero en ella no hay nada que la trascienda, es tan esquemática que no se puede decir que refleje ninguna realidad social, está bien montada, abusa de la violencia gratuita y sus intérpretes son aceptables. No es densa, no es poderosa ni es terrible, al menos para mí.