domingo, 17 de marzo de 2013

Temores y esperanzas de la clase media


      
                 La lluvia constante, aunque poco intensa, me impide dar el paseo de reconocimiento en bici de la ciudad. Un fastidio. No hace demasiado frío, pero la humedad es desagradable.

                 1. ¿Cómo es posible que confisquen a los ahorradores hasta un 10 % de sus depósitos? Se han atrevido con Chipre porque es un país pequeño y las protestas en la calle no se notarán. Es injusto, es un agravio comparativo, es un gesto autoritario. De ese modo la difícil construcción de Europa da un enorme paso atrás.

                 2. ¿Cuál era el peor castigo que se le podía infligir a un condenado del Gulag?
"¿Cuál era el castigo más duro de todos?, pregunté a las ancianas. ¿Podía haber algo más temible que pasar días y noches, hambrienta, en una helada celda de castigo sumida en la oscuridad? Sí. Hubo algo más refinadamente cruel. A Elena Markova, que este año cumple 88 años, la enviaron a Siberia a construir un muro con pesadas piedras: un día tenía que construir y al día siguiente le ordenaban que destruyera lo erigido; y así una y otra vez. En la inutilidad de un trabajo sobrehumano consistía la mayor tortura de todas las que las ancianas me contaron". 
                3. Vivimos es un mundo cada vez más global, dice el tópico, que se ajusta a la realidad. Eso coincide con el mayor peso de la clase media en todos los países. Si cada vez más gente tiene conciencia de las condiciones políticas y económicas del mundo donde vive, las cosas pueden estar cambiando. De hecho, están cambiando.
"En 2011, cuando estalló la Primavera Árabe, había 22 países gobernados por déspotas, frente a 89 en 1977, una clara señal de lo difícil que es hoy retener el poder. Y dentro de cada país, el poder también está más disperso. En 2012, solo cuatro de las 34 democracias más ricas del mundo contaban con un presidente o primer ministro respaldado por una mayoría parlamentaria".
"Según la ONU, 214 millones de personas viven fuera de sus países de origen, un 37% más que hace 20 años. Las diásporas étnicas, religiosas y profesionales están cambiando el reparto de poder entre las poblaciones y dentro de ellas. Personas, tecnología, productos, dinero, ideas y organizaciones tienen más movilidad, y por ello son más difíciles de controlar".

Ventajas del dominio de la clase media: mayor control político; desventaja: mayor dificultad a la hora de tomar decisiones.
Peligro: la aparente debilidad de un mundo lleno de democracias frente a un horizonte donde la China autoritaria sea la potencia hegemónica. Esperanza: también en China está surgiendo una poderosa clase media.

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