viernes, 26 de octubre de 2012

Financieras buitre

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Vicente Torres, enfermo de corazón, avaló con su casa el crédito hipotecario de su hijo

            Emmanuel  Carrère explicó diáfanamente en De vidas ajenas cómo funcionan las financieras buitre que se enriquecen a cuenta de la miseria de la pobre gente. Parece increíble que una cosa así pueda suceder, pero sucede con la complicidad del poder político, con leyes mal diseñadas y jueces y fiscales que instruyen y dictan a piñón fijo sin importarles las circunstancias personales, como si la justicia pudiese ser justa con independencia del asunto personal.

            En el periódico sale uno de esos casos. ¿Cuántos desahucios se producen en España a cuenta de las financieras buitre, esas financieras que adquieren respetabilidad patrocinando equipos ciclistas o anunciándose con la voz de comunicadores famosos en la radio o en la tele. ¿Por qué no se las denuncia? Ahí se ve la inutilidad de movimientos como el de asalta el congreso y otros parecidos tomados por la abstracción ideológica, pasotas con lo que realmente importa. Menos mal que existe la llamada Plataforma de Afectados por la Hipoteca, que prefiere lo concreto a la abstracción.  Dice el periódico:
"Difícil olvidar la imagen de Vicente Torres, un tapicero de 74 años, postrado en su cama, recién operado del corazón y con un trombo en una pierna, y a punto de ser desahuciado por ser el avalista de un préstamo hipotecario que su único hijo nunca terminó de pagar. Con el anciano vivía también un nieto, Jonatan Torres, de 24 años, que se hinchó de llorar cuando —gracias a la presión ejercida por los activistas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y de la asamblea 15-M del barrio de Carabanchel (Madrid)—, se paralizó el desalojo. En 2004, el hombre firmó un préstamo hipotecario de 170.000 euros con una financiera. Finalmente, Vicente logró un acuerdo: podrá permanecer en el piso a cambio de un alquiler de 150 euros. Pero cuando fallezca, la vivienda pasará a manos de la financiera".

Otra historia: 
Me preocupa que no tengo mantas y en Madrid ya estáhaciendo frío, y el que viene. Me han dado unas sábanas de franela, pero no tengo mantas. ¿Tú tienes hijos? Es que se siente una preocupación distinta... Ayer le dije al niño que se acostara con la cazadora puesta. El pasado 27 de junio, Milagros Carbajo, José Luis Estévez y sus tres hijos fueron desahuciados. Su historia es un tanto especial porque tenían completamente pagada su vivienda. Cometieron el error de avalar con su piso una pequeña deuda de unos 6.000 euros que pidieron a unos prestamistas, que además presuntamente les estafaron. El asunto está en los tribunales, pero el error ya les ha costado la casa. José Luis, oficial de construcción de 52 años, está en paro y no cobra prestación. Milagros, de 49, limpia en casas por unos 500 euros al mes. Algo tienen ahorrado del finiquito de ella, pero en la familia no entran más ingresos. El alquiler son 600. Y son cinco para comer. Milagros calcula que podrán pagarlo dos meses más. Después, otra vez la calle”.

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