lunes, 28 de febrero de 2011

Corrupción

Acaso la corrupción mayor no sea la más evidente, la que salta a las páginas de información. Hay otra más profunda que es raíz del despotismo, de las comisiones, de los ERES con trampa, de la prevaricación. Es esta: la de los políticos que se comportan como dueños o señores de la cosa, por encima de su condición de simples representantes:
-cuando se permiten no responder a las preguntas que les hacen en el parlamento o en las ruedas de prensa, cuando se niegan a crear comisiones de investigación;
-cuando se postulan como candidatos sobre la base de un privilegio o discriminación positiva;
-cuando permiten que se haga una justicia paralela,
Dice una candidata, España está preparada para tener una mujer catalana como presidente. Otra vez sacando rédito de la discriminación positiva, del privilegio. Qué clase de insulto es ese, ¿por qué todavía ha de primar la condición de mujer y la de catalana por encima de cualquier otra?
¿Pará qué queremos políticos que cuando les hacen preguntas comprometidas no responden? ¿Quién se han creído que son? Están ahí porque los hemos elegido, ningún dios les ha ungido.

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