Hemos oído decir, no hieras mis sentimientos. A menudo, nos han dicho, como definitivo argumento, no nos comprenden. En Cataluña, el hecho diferencial se ha resumido como el sentimiento patrio que los de fuera no pueden entender. Es lo que dice la etarra encarcelada Ana Belén Egües, para seguir manteniendo la antorcha encendida:
"Como no se resuelve el problema de fondo, siempre habrá jóvenes preparados y decididos para seguir, porque el sentimiento lo supera todo y siempre ha habido gente dispuesta".El modelo del fan de un equipo de fútbol trasladado al terreno público, en el caso de los etarras convertido sentimentalmente en asesino por la patria.
A propósito de los sentimientos decía Milan Kundera:
"No hay nadie más insensible que la gente sentimental".Y Vladimir Nabokov, en su Curso de literatura rusa:
" Un sentimental puede ser una perfecta bestia en sus ratos libres. Una persona sensible no será nunca cruel. El sentimental Rousseau, a quien se le saltaban las lágrimas ante una idea progresista, distribuyó sus muchos hijos naturales entre diversos hospicios y asilos, y jamás se ocupó de ellos. Una solterona sentimental puede mimar a su loro y envenenar a su sobrina. El político sentimental puede acordarse del día de la madre y aniquilar implacablemente a un rival. A Stalin le encantaban los niños. Lenin lloraba en la ópera, sobre todo en La Traviata. Todo un siglo de autores cantaron la vida sencilla de los pobres. Por autores sentimentales nos referimos a la exageración no artística de emociones corrientes, que pretende provocar automáticamente la compasión tradicional en el lector.
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