sábado, 8 de enero de 2011

'No hay ninguna garantía de que leer nos haga mejores'

Lo dice en una entrevista Alain Finkielkraut. Es una evidencia al alcance de cualquiera, incluso si se vuelve la vista hacia uno mismo. Pero los periódicos no cejan en la mitificación de los escritores y sus libros. Hay muchas razones para seguir confundiendo la realidad con la ficción, la mayor parte de ellas, razones económicas. Sin embargo, la literatura cuando es excelente tiene una función necesaria, buscar la verdad:
Las humanidades en general disputan a la ciencia el monopolio de la verdad. Proust dijo que por lo particular se llega a lo general. La literatura es una extraordinaria unión entre lo particular y lo general. Los personajes literarios no son tipos, muestras, generalizaciones: son individuos. Y solo se llega a la verdad humana cuando no se reducen esos individuos a generalizaciones. Las ideologías nos hacen vivir sobre las abstracciones sentimentales. Amamos ciertas identidades: el pueblo, la clase obrera, y detestamos otras: la burguesía, el capital... La literatura es la gran guardiana de la pluralidad, deconstruye las simplificaciones de las ideologías, que, a su vez, son ellas mismas simplificaciones literarias. Necesitamos la literatura para librarnos de esas simplificaciones. Dicho de otra manera: necesitamos la buena literatura para librarnos de la mala.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, ahí tengo algo que objetar. Puede que la lectura en sí no te haga mejor persona, pero es indudable que te enriquece culturalmente, te hace pensar, nutre tu vocabulario y te vuelve tal vez más sensible de cara a ciertas cuestiones, también te puede enseñar moral, opiniones, libertad, en fin, un sinfín de cosas a veces poco valoradas y sin embargo tan importantes.

Kaiser

Toni Santillán dijo...

Sí, y también sabes, como decían nuestras madres o abuelas, que hay que huir de las malas lecturas como de las malas compañías.