martes, 30 de noviembre de 2010

Wikileaks hace que ZP se ponga de pie y luego se incline


Divertido, además de triste y patético, comprobar la irrelevancia de estos líderes, gallitos en los mítines, en la negociación y en la imposicicón de sus políticas de cara adentro, pero enanitos ante el embajador de los EE UU en Madrid.

Los documentos de wikileaks no son una gran novedad, al contrario lo que demuestran es que la diplomacia norteamericana ya no es lo que era en el siglo XX, ahora sólo usa palabras y muy educadas, por no hablar de las causas y los efectos buscados de la revelación. ¿Quién ha echado los papeles al aire?, ¿con qué objeto?, ¿relanzar debates interesados, por ejemplo, dejar con el culo al aire a determinados países o líderes mundiales? ¿Que papeles siguen siendo secreto de Estado y no se han entregado a wikileaks? No parece que EE UU salga mal parado de la operación.

Sin embargo viene bien que se hagan públicos para desmontar la insufrible propaganda de los mítines y de las teles donde nuestros enanitos se muestran como gigantes michelin:
"Se me está acabando la paciencia ante los comentarios tan desleales del PSOE y sus aliados sobre EE UU",
les dijo el embajador Aguirre en 2007. Quería frenar las críticas ante la guerra de Irak y frenar los procesos en La Audiencia Nacional. Cuál fue la respuesta de nuestros enanitos: Zapatero nunca más se sentó ante el paso de las tropas americanas; el gobierno hizo llegar a EE UU su rechazo a una investigación judicial sobre Guantánamo; Conde-Pumpido, fiscal general, y varios fiscales de la Audiencia comunicaron a EE UU su deseo de cerrar los casos comprometidos (la muerte del cámara gallego José Couso en Bagdad, el traslado ilegal a Guantánamo de supuestos terroristas en aviones que hicieron escala en España). Pues eso, qué poquita cosa. Lo peor que le puede suceder a un líder, que de él se diga que es un déspota con los débiles y sumiso con los poderosos.

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