viernes, 13 de agosto de 2010

Una valiosa vida

Una bocanada de aire fresco, un puñetazo en el pecho, optimismo. Casi siempre se leen las mismas cosas y los escritores o periodistas se encasillan de tal modo que al segundo artículo ya no los quieres volver a leer, así que cuando alguno te hace pensar, porque ofrece un punto de vista novedoso sobre un asunto trillado, ese día se convierte en una fiesta. Así este artículo de Thomas L. Friedman sobre Israel. Luces, sombras y atrevimiento para pensar:
Acabo de ver un nuevo y extraordinario reportaje que, dirigido por Shlomi Eldar, corresponsal en Gaza del Channel 10 israelí, y titulado Una valiosa vida, narra la historia de Mohammed Abu Mustafa, un bebé palestino de cuatro meses que sufre una inusual carencia inmunitaria. (...) La crudeza de su crónica refleja el Oriente Próximo que yo conozco, lleno de una sorprendente compasión, incluso entre enemigos, y de una pasmosa crueldad, incluso entre vecinos. Escribo esto ahora porque en el aire se percibe algo nauseabundo. 
Lo contrario de este filósofo con plaza que escribe un largo para reprochar al respetable su insana persecución de la felicidad:
Si en la ideología clásica el subyugado por el mundo de la necesidad se refugiaba en el opio de la ilusión, ahora ocurre justo lo contrario: muchos que viven cómodamente miran de reojo simulado sus desgracias. Si un Molière redivivo tuviera que escribir su sátira, sería la del obseso de la felicidad que quiere parecer más infeliz de lo que es. 



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