lunes, 18 de enero de 2010

Dylan y Chopin


Escuchando la sonata nº 2 de Chopin me viene a las mientes el Time out of Mind de Dylan y la acusaciones que recibieron ambos de no ajustarse a los cánones. El primero por innovar con formas que quebraban el formato tradicional de la sonata, el segundo por no ajustarse al minutado que debían tener los temas en los discos, aunque ambas quejas podían valer para los dos. Y sin embargo aunque pudiera ser cierto que Chopin hiciese acopio de materiales dispersos para conformar su sonata y que los 17 minutos de la pieza más larga de Time out of Mind  podrían parecer excesivos, si se escuchan con la atención que requieren las obras maestras, Chopin necesitaba de un formato preestablecido para hacer sonar su tercer tiempo, la Marcha Fúnebre, y Dylan necesitaba de otros temas para que su Highlands apareciese en la mente del oyente dispuesta para recibir esa obra maestra. Es cierto que las dos obras se pueden escuchar por separado, pero todo buen plato necesita de introducciones y preparados para sabiorearlo mejor.


Y qué curioso, qué semejanza entre una obra y otra. Marchas fúnebres las dos cuya dinámica lleva al optimismo, a la alegría y al ímpetu por seguir viviendo. Ese Dylan, oído desde esta época de fragmentos es una pieza que ha salido del tiempo, es decir, que ha alzcanzado el clasicismo, como ya no puede decirse de Chopin que era un autor de obras de formato reducido, no si a continuación de la sonata nº 2 se escucha la impresionante sonata nº 3, más si es interpretada por su compatriota  Krystian Zimerman, con ese primer Allegro que en realidad no acaba hasta que el pianista toca las últimas notas del Agitato final.

Qué ocurrirá ahora cuando tan pocos crompran ya discos completos y nos conformamos y acostumbramos a las piezas sueltas, donde los músicos ya no pueden pensar en un cd como una obra entera y acabada. Lejos de entristecerse quizá haya que componer una nueva marcha fúnebre para celebrar el fin de los discos con 10 o 12 canciones y cantar con optimismo la nueva era que se abre para la música.

No hay comentarios: