lunes, 9 de noviembre de 2009

Ser comunista, un delito



Cuando se le pregunta a Paco Frutos o a José Luis Centella, el nuevo lider del casi extinto PCE, sobre si celebran el vigésimo aniversario de la caída del muro de Berlín, ambos saltan como un resorte y mencionan el muro que Israel montó en Cisjordania para protegerse de los terroristas suicidas (¿La caída del muro? Yo no celebro esas cosas. Demagogias, las justas). En realidad, el muro lo han levantado ellos en sus mentes para protegerse de la amplitud de la playa y del vendaval que estos días la azota.
"Hablar de comunismo no sólo no está pasado, sino que es presente y futuro. Reivindiquemos el pasado heroico, no hay nada de que avergonzarse".
Me he entretenido en poner falangismo o fascismo allí donde ellos gritaban comunismo y es no para echarse a reír sino a temblar. Ha habido ideologías horribles en el siglo XX, ninguna ha ocasionado tantos muertos como la que estos señores se empeñan en seguir defendiendo. Cómo muy bien señala Arcadi Espada, a la pregunta que hoy hace El País, ¿Qué es ser comunista hoy?, hay que contestar con claridad: Un delito.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

por el contrario del capitalismo y las democracias solo podemos hablar cosas grandiosas, el fin del hambre, la justicia, no mas guerras por intereses... porqué solo te centras en criticar estas ideas totalitarias que ya todo el mundo sabe (solo el reducido numero de comunistas que tu apuntas nos dice algo ya) y no pinchas mas a fondo, te vuelves mas crítico? Vamos, ambos sabemos que puedes de sobras escribir algo mas variado, mas punzante, no te unas a las líneas que siempre han habido de intelectuales apoyando al unísono el poder (bueno, lo de intelectuales... una forma de decirlo, no vengo aqui a chupar culos jeje)

Toni Santillán dijo...

Hay dos cuestiones:
1. cuántos muertos se necesitan para convertir a una ideología en criminal.
2. qué grado de proximidad es el adecuado para que uno se sienta culpable por haber militado o haber estado o estar próximo, o justificar o comprender, a esa ideología.
Y una tercera, más personal, ¿has escuchado alguna vez a un falangista o ex falangista?