domingo, 30 de agosto de 2009

El gobierno actúa contra la crisis

La crisis económica o un asesinato de ETA sólo son palabras, cargadas emocionalmente, eso sí, hasta que le afectan a uno. Aquel que tenga trabajo asegurado o aquel que conserve la vida no tiene ni idea de lo que es perder una cosa u otra. ¿Qué hace el gobierno al respecto?

Dejemos el asunto de ETA. El gobierno frente a la crisis se mueve con un doble impulso: hacer ver que se mueve, que la gente crea que sabe qué hacer, y no perder las próximas elecciones. Para los dos grandes partidos la clave es siempre no perder, o bien ganar, las próximas elecciones.
Lo que ha hecho el gobierno hasta ahora ha sido gastar. Gastar sin medida. Una cantidad tan ingente que logra pasar desapercibida. El gasto es visible, sin embargo, en el sostenimiento de la gran banca y en el Plan E. Dudo que los propios economistas sepan si esas medidas son proporcionadas y eficaces. Los economistas no lo saben, pero los periodistas que nos las venden parlotean convencidos de que son las adecuadas. Si uno se para a pensar y ve de qué depende el sustento y la fama de dichos periodistas comprende fácilmente el valor de sus opiniones.

No sé nada de cómo funciona la banca, pero sí veo en que ha consistido el Plan E: levantar las calles para  asfaltarlas otra vez. El propio FMI ha ridiculizado esas medidas.

Pues bien, los que no vamos a sufrir la desgracia de perder el empleo pronto vamos a saber algo de la crisis. Vamos a tener que pagar mucho dinero al Estado. A nadie le gusta pagar más. Pero no creo que una persona sensata ponga objeciones a pagar más impuestos o a que le rebajen el sueldo si ve que el gasto que hace el gobierno es proporcionado y eficaz. No parece que lo sea. Tampoco es comprensible que quienes paguen el derroche del gobierno sean los que viven de su sueldo cuando los más ricos esconden sus ganancias en las Sicav.

Las grandes fortunas canalizan sus inversiones a través de las Sociedades de Inversión de Capital Variable (Sicav), sociedades anónimas que gozan de enormes ventajas fiscales como la de tributar al 1% en el Impuesto de Sociedades. Para constituir una Sicav se necesita un capital mínimo de 2,4 millones de euros. El Ejecutivo no ha sugerido en ningún momento que vaya a cambiar el régimen fiscal de las sicav, pese a que hayan sido consideradas vías legales de evasión de impuestos para los más adinerados.

Lo extraordinario es el comportamiento paciente de los ciudadanos. ¿Hasta cuándo?

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