De la arbitrariadad como forma de gobierno

Si te dan una explicación sin pedirla, es que quieren llevarte al huerto. Per evitar la contaminació i els accidents, dicen los paneles de la autopista del Garraf para justificar la velocidad variable con la que experimentan desde hace unas semanas, cuando sabemos, porque lo estamos comprobando a diario, que las verdaderas intenciones son otras: recaudar y hacer visibles a estos políticos, antiguos comunistas reconvertidos en verdes, que de otro modo pasarían desapercibidos.

Variable, pues, quiere decir arbitraria, como puede comprobar cualquiera que utilice esta autopista. Ante la misma situación, la indicación de velocidad es cada día diferente. Hoy por ejemplo, en tramos con carretera expedita los paneles indicaban 70 km/h -ayer 80- y poco después, a la altura de Viladecans cuando los coches se veían frenados, como cada día, por la intensidad del tráfico, entonces indicaban 60 -ayer 50, el día anterior 40-, cuando, si funcionase la cosa como nos dicen, deberían indicar 40.

En todos los sectores donde tienen una parcela de poder se comportan del mismo modo. Dan explicaciones con forma de slogan, siempre las mismas, explicaciones que no explican nada, simplemente acompañan como un mantra sus medidas arbitrarias.