lunes, 1 de septiembre de 2008

I have a dream, en Nueva Orleans

¿Cuántas veces se ha repetido lo de "Tengo un sueño"? Debe ser la frase más estirada de la historia política, I have a dream. El País repite tanto la letanía que acaso piense que la elección de Obama sea un hecho cumplido gracias a su mágica reiteración. Tanta es su obsesión que su nebuloso sueño se impone a la dramática realidad. De este modo:
El huracán Gustav ha dejado un reguero de muertes a su paso por el Caribe y miles de ciudadanos han tenido que abandonar sus hogares -Huyendo del ojo del huracán ya han dejado el sur de Luisiana y Nueva Orleans casi dos millones de personas siguiendo la orden de evacuación obligatoria-. La ciudad devastada por el Katrina ha sido prácticamente abandonada. Y qué le preocupa al periódico: El sueño -McCain se la va a pegar-, antes que los toscos hechos. ¿Derribará el Gustav los diques de contención levantados para proteger la ciudad de Nueva Orleans y entonces con ellos se irán las posibilidades presidenciales de McCain o el huracán se irá desinflando como el sueño de Obama? Recuerdo la indecente información sobre el Prestige, el nauseabundo queremos saber de las horas posteriores al 11-M. No se trata de informar sobre hechos, sino de derribar a un gobierno, de materializar un sueño.

¿Cómo titula El País ahora? Así:


Hay que conducir la vista muy abajo para deshacerse de la trama de los sueños y topar con la cruda realidad de los muertos.

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Otro sueño truncado: España está condenada a una "profunda recesión". "Hace ocho años, los cerdos llegaron realmente a volar. Sus economías se dispararon después de unirse a la eurozona. (...) Ahora los cerdos están cayendo de nuevo a tierra"

1 comentario:

Anónimo dijo...

realmente somos unos cerdos...

:P