Cuántos escritores no se han construido una biografía atormentada -cuando ser un escritor con una personalidad difícil estaba de moda o se vendía bien- a cuenta de una infancia desafortunada. Siempre había algún culpable que no se podía defender, la madre, el padre, algún adulto perverso. El lector, que por lo general al comenzar a leer texto novelesco suspende su incredulidad -es la regla para que la lectura funcione-, se identifica con el autor y da por buenas sus acusaciones.
Por una vez, parece que el autor no va a quedar impune. Para Michel Houellebecq, su madre era una hippie degenerada, una egocéntrica que prefería dedicarse a sus numerosos amantes antes que a sus hijos.
Lo cuenta con pose melodramática, fotos incluidas, en Mourir, una especie de diario comenzado y no acabado en Internet.
Lorsque j’étais bébé, ma mère ne m’a pas suffisamment bercé, caressé, cajolé; elle n’a simplement pas été suffisamment tendre (...) jusqu’à ma mort je resterai un tout petit enfant abandonné, hurlant de peur et de froid, affamé de caresses.
Incluso la dio por muerta en una entrevista. Pues bien, esta madre, Lucie Ceccaldi, de 83 años, ni más ni menos, toma la revancha de todas las madres y escribe un libro, L'Innocente (416 p), que aparece ahora en Francia, donde ofrece su propia versión y su propio culpable: "Je ne m'explique pas sa hargne autrement que par la haine distillée goutte à goutte par la grand-mère Houellebecq, sur le cerveau fragile d'un enfant”.
Si el hijo acusa a la madre de frialdad, ella hace lo propio con el hijo: "Il a peut-être fait des progrès en aimant son chien Clément. Mais maintenant je voudrais qu'il aime un chat, parce qu'un chat c'est plus difficile à aimer qu'un chien.
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Daniel Dennett: A mí me gusta la idea de que el propósito de nuestra vida emerge gradualmente a medida que la vivimos. Es lo que ha sucedido en el universo, donde las sustancias químicas se mezclaban sin sentido aparente en el caos hasta que de repente una combinación de sustancias logró una unidad que pudo hacer una copia de sí misma...
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