Este hombre cumplió 15 años de cárcel por unas supuestas violaciones. La prueba del ADN demostró que al menos en un caso él no estaba allí. En los otros casos, tuvo la mala suerte de parecerse a un violador confeso. En los mismos juicios fue condenado junto a otro marroquí, Abderrazak Mounib, que murió de un infarto en prisión. El orgullo de este hombre le impidió someterse a terapias para agresores sexuales que habrían reducido su condena o a pedir el indulto porque siempre se ha declarado inocente. "La justicia me ha manchado, pero yo sé que estoy limpio. Me atropellaron, pero sigo aguantando la vida. Sin ningún futuro".
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Sólo un conseller escuchó la defensa de una iniciativa popular en favor del bilingüismo.La reforma del reglamento del Parlament y la firma de 50.000 ciudadanos hizo posible que, por primera vez en España, un ciudadano subiera a la tribuna para exponer su iniciativa.
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