
¿Desde qué altura habla este individuo? ¿Necesita seguir vistiéndose de negro, con cuello cerrado y anillo episcopal para validar su posición, necesita ese plus de autoridad que confiere la sacralidad del uniforme o la dignidad episcopal para pasar de contrabando opiniones que ofenden a la razón o al sentido común?
Supongo que el asunto no es que sea inmoral o no, sino que su configuración mental, debido a la disfunción nacionalista que padece (“No se puede amar a las personas si no se reconoce y ama al colectivo al que pertenecen”), le impide saber que lo es. Qué es radicalmente inmoral. ¿Cómo si no es capaz de preservar los objetivo políticos de ETA por encima o por debajo de sus asesinatos (“la violencia no invalida la justicia y la ética de los objetivos políticos de ETA”) y sin embargo negar toda posibilidad a que las víctimas o sus deudos puedan mantener o defender los suyos (“Siempre he sostenido que las víctimas no debían ser utilizadas políticamente”)? Más grave es aún que resalte la calidad política de las víctimas, positiva o negativa, por encima de su aniquilación o mutilación.
¿Dónde hunde sus raíces la ideología que sustenta la práctica del asesinato político?
Responde. Creo que responde a la dialéctica marxista del materialismo histórico. Utilizan permanentemente el conflicto para ahondar las crisis con vistas a un conflicto superior que, a su vez, les prepara para nuevos escenarios. La autodeterminación y la territorialidad son objetivos únicamente estratégicos porque, en el fondo, son revolucionarios. Para ellos, lo fundamental es avanzar educando a la sociedad en el conflicto.
Palabras clave: conflicto, en lugar de asesinato; revolucionarios en lugar de psicópatas políticos; educar a la sociedad, en lugar de aterrorizar a la sociedad. Parece sugerir una continuidad entre la práctica eclesiástica (educar, catequizar, convertir), el trabajo sacerdotal (no honrado, ni racional) del señor Setién y la práctica ETARRA, el terror.
Su inmoralidad condicionada (toda su vida entregada a pastorear a los fieles de una fantasía que les hace creer en cosas irracionales y sin sentido) le permite decir: “La iglesia debe denunciar los abusos, las torturas, la dispersión carcelaria...” Pero no una palabra de condena de los asesinatos, ni de amor por las víctimas.
Sólo desde una posición de falta de confianza en la razón, en la igualdad de los ciudadanos y en la libertad de concurrencia de las opiniones se le puede dar tanta relevancia a este individuo que ha dedicado la vida entera a la farsa (circunstancia que ya no puede reparar ni aunque entrase la luz en su mente, pues cómo podría poner en solfa toda una vida de dedicación) y que habla desde una posición de superioridad moral (ese dedo admonitorio que podría parecerse a la alzada mano derecha del pantocrátor románico, si no fuese porque este en su gesto conciliaba la advertencia con la bendición). En ocasiones como esta, pienso que la existencia del infierno podría tener alguna utilidad.
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No sé si saben que, poco después de que ETA asesinara a su hijo Joxeba, Pilar Ruíz se encontró con Setién por las calles de San Sebastián. Se acercó a él y se presentó. Él hizo un amago de darle el pésame; Pilar le interrumpió: «Quiero decirle que les considero a ustedes, a la iglesia que usted representa, cómplices de los asesinos de mi hijo. Si Jesucristo volviera a la tierra les expulsaría del templo por fariseos».
Esa autodefinición que estrena el periódico hoy, dice mucho sobre su manera de enfrentarse al mundo y su pretensión de que sus lectores le sigamos. Pretensión, puro voluntarismo infantil, de hacer suyo el mundo por el simple hecho de afirmarlo.
3 comentarios:
EL PAÍS perdut ser el "Diario independiente de la mañana" molt més literari i original, però ha guanyat la titlla (l'accent), tota una metàfora d'una desitjada precisió, digo yo.
EL PAÍS ha perdut ser...
La propera, "Telefonica", un altre logo sense titlla.
M'agrada aquesta titlla, aquest punt a sobre de l'ull.
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