Cuando uno muere los deudos y demás artistas del alambre sienten la obligación de los superlativos. Es lo que ha ocurrido ahora con el pintor Pablo Palazuelo. Redactor: Pablo Palazuelo, considerado el gran descifrador del espacio y uno de los grandes representantes de la abstracción geométrica, falleció ayer en su domicilio de Galapagar. Pese a lo avanzado de su edad, su muerte causó ayer una gran sorpresa en el mundo artístico. (91 años)
Antonio López: "Ha muerto con una vida absolutamente cumplida"
Luis Gordillo: "Fue el pintor de la geometría, entendida ésta como metafísica"
César Antonio Molina, ministro de Cultura: "una gran pérdida para el mundo de la cultura" (91 años)
Francisco Calvo Serraller, crítico: Se puede afirmar que se mantuvo activo hasta el último suspiro.
No regresó a España hasta que tenía su lenguaje muy consolidado y había tenido un reconocimiento crítico muy confortable.
Era un artista puro, ensimismado, en permanente búsqueda del misterioso trasfondo de sí mismo y de las cosas; en suma: un verdadero artista.
Algunos todavía no han muerto, pero se les aplica igualmente el estilo de la necrológica. Así en este artículo sobre Goytisolo y Marruecos:
Nadia Naïr, profesora de Comunicación en
Hagamos unas permutas, a ver qué pasa: "Los españoles perciben que Nadia Naïr comparte con ellos los problemas que preocupan a los cristianos".
"Es de los pocos escritores occidentales que entienden a los musulmanes", apunta el joven periodista, de 27 años, Nabil Driouich, afincado en Casablanca.
Bien, volvamos a permutar: "Es de los pocos escritores mabregíes que entienden a los cristianos".
No es religión, como muy bien saben la niña de seis años -6- que exige llevar el hiyab en su cole de Girona, y nuestro conspicuo conseller de educación Ernest Maragall, ¡es cultura!
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