viernes, 22 de junio de 2007

Caracteres femeninos en la Odisea

Así como la Ilíada está dedicada a los hombres, y el tema podría ser la virilidad que se manifiesta en la guerra, en la Odisea, por el contrario, las mujeres tienen un papel más preponderante, hasta el punto que Samuel Butler, en el XIX, llegó a proponer la hipótesis de que había sido escrita por una mujer. Robert Graves recogió la idea para especular con ella en su La hija de Homero, atribuyendo la autoría a Nausícaa.

En la Ilíada las mujeres aparecen como objetos de intercambio o de prestigio entre los héroes; es el caso de Criseida, a la que se ve obligado a renunciar Agamenón, o el de Briseida, cuyo rapto justifica la cólera de Aquiles. O la propia Helena cuyo secuestro por Paris origina la guerra de Troya. Estas mujeres siempre son pasivas. En la Ilíada los guerreros abandonan a sus mujeres, la Odisea, en cambio, narra lo que las mujeres hacen cuando son abandonadas por aquellos. Aristóteles ya anunciaba en su poética que frente a los héroes simples y patéticos del primer libro, la Odisea era más compleja y de caracteres, femeninos en su mayoría. (Tomando la terminología del ensayo de Walter Benjamin, "Destino y Carácter", los de la Ilíada serían personajes de destino -concepto que se aviene mejor con el drama, donde hay acción, designio y fines- y los de la Odisea de carácter, más propio de la comedia -"el que tiene carácter tiene también una experiencia que siempre vuelve" (Nietzsche)-, si uno tiene carácter, su destino es esencialmente constante; lo cual, a su vez, significa que no tiene destino. Así lo expresa con su habitual maestría Sánchez Ferlosio). Si los héroes derivan su prestigio de la fuerza, las mujeres obtienen su poder de la astucia, la estrategia (es el carácter por ejemplo de Odiseo, al que se tilda de femenino) y también de las pócimas, de la magia, de las drogas. Lo que hace de las mujeres, para el autor del libro, seres inquietantes y peligrosos.

Veamos algunos de esos caracteres femeninos.

Helena. Cuando Telémaco en su búsqueda de Odiseo llega a la casa de Menelao y Helena, estos son presentados como un matrimonio feliz. Helena baja del piso de arriba, el de las mujeres, al de abajo, el de los hombres, para escucharlos, sin embargo es ella la que habla. Se siente responsable de lo que ha ocurrido en la guerra: “el pecho se me llenaba de júbilo porque ya sentía en mi corazón el deseo de volver a mi casa y deploraba el error en que me había puesto Afrodita cuando me condujo allá, lejos de mi patria, y hube de abandonar a mi hija, el tálamo y un marido que a nadie le cede ni en inteligencia ni en gallardía”. Pero luego, ante sus dolorosos recuerdos, les echa una droga en el vino para que queden dormidos y les abandone el sufrimiento durante 24 horas.

Para el autor de la Odisea hay dos caracteres opuestos, los representados por Clitemnestra y Penélope. Clitemnestra planea la muerte de su marido Agamenón, tras dejarse seducir por Egisto. Desde el Hades la sombra de Agamenón se lo cuenta a Odiseo para que esté advertido respecto de Penélope. “Así es que nada hay tan horrible e impudente como la mujer que concibe en su espíritu intentos como el de aquélla, que cometió la inicua acción de tramar la muerte contra su esposo legítimo”. Y hasta tal punto se toma en serio Odiseo la advertencia que vuelve a casa disfrazado de mendigo.

Penélope, por el contrario, representa la fiel y casta esposa, en una situación muy delicada, que ha utilizar ardides para hacer frente a los pesados pretendientes. Penélope teje y desteje el sudario de Laertes para entretenerlos. A pesar de todo Telémaco le hace reproches y sale en busca de su padre para que su madre no acabe por aceptar a uno de ellos y, entonces él quede desheredado o incluso muerto. Le dice a su madre: “vuelve ya a tu habitación, ocúpate en las labores que te son propias, el telar y la rueca, y ordena a las esclavas que se apliquen al trabajo, y de hablar nos cuidaremos los hombres y principalmente yo, cuyo es el mando en esta casa”.

Frente a estos dos caracteres antitéticos para el autor aparecen otros como Nausícaa o su madre Arete, la reina de los feacios, que es buena esposa y como tal sabe mantener el orden de la casa. Ambas representan la virtud, aún mejor que la propia Penélope. Nausícaa encuentra en la playa y acoge a Odiseo, que ha naufragado. Odiseo agradecido ante su hospitalidad le muestra cuál es su ideal de mujer: “que los dioses te concedan cuanto en tu corazón anheles: marido, familia y feliz concordia: pues no hay nada mejor ni mas útil que el que gobiernen su casa el marido y la mujer con ánimo concorde, lo cual produce gran pena a sus enemigos y alegría a los que los quieren”.

Hay mujeres extraordinarias (hasta 14 mujeres aparecen en la Odisea), diosas o hijas de dioses y con un carácter muy fuerte. Calipso, Circe, las sirenas. Calipso y Circe viven solas, son autónomas e inquietantes a los ojos de los hombres. Calipso se enamora de Odiseo y le ofrece la inmortalidad (“Y le acogí amigablemente, le mantuve y díjele a menudo que le haría inmortal y libre de la vejez por siempre jamás”), pero éste no acepta, prefiere volver a casa antes que el aburrimiento eterno al lado de Calipso.

Circe conoce las drogas y es capaz de transformar a los hombres en cerdos, pero fracasa con Odiseo, porque éste, advertido por Hermes, se toma un antídoto. Circe cambia, lo mira con otros ojos y le invita a subir a su habitación: ”Me tiene suspensa que hayas bebido estas drogas sin quedar encantado (…) Mas, ea, envaina la espada y vámonos a la cama para que, unidos por el lecho y el amor, crezca entre nosotros la confianza”.

Y por fin las sirenas, que atraen a los hombres a pesar del peligro, pues éstos están dispuestos a pagar con su vida con tal de escuchar su canto. ¿Y qué dice ese canto? Las sirenas, mitad mujeres mitad pájaros (la cola de pez fue añadido medieval), saben cosas: “Acércate y detén la nave para que oigas nuestra voz. Nadie ha pasado en su negro bajel sin que oyera la suave voz que fluye de nuestra boca; sino que se van todos después de recrearse con ella, sabiendo más que antes; pues sabemos cuántas fatigas padecieron en la vasta Troya argivos y teucros, por la voluntad de los dioses, y conocemos también todo cuanto ocurre en la fértil tierra”.

A l'entorn d'Homer. Caràcters femenins a l'Odissea. Francesc Casadesús. Caixaforum.

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ROBIN LANE FOX Historiador: El mundo clásico. La epopeya de Grecia y Roma (Crítica). “Los cristianos no estaban en contra de la esclavitud, hablaban de libertad espiritual: el cambio social era irrelevante. La verdadera alternativa era el cielo. Y para ellos, el lujo y la riqueza eran un obstáculo para la salvación".

"Debería existir una normativa europea que obligara a que se iniciara a los niños de nueve años en La Ilíada y La Odisea, para que luego pudieran leerlas y disfrutarlas a los 16"

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Nota al pie. GONZALO PONTÓN. Sobre Cataluña y la Feria de Frankfut.

En el fárrago de artículos, declaraciones y correspondencias materiales y virtuales sobre galgos y podencos no he encontrado ni una sola alusión al ensayo, a la prosa didáctica o a los libros de conocimiento y razón crítica. Y, sin embargo, el saber, ya sea humanístico o cosmológico, también forma parte de la cultura. Lo sabían ya los antiguos griegos y así lo creen, desde luego, los países europeos, que a través de sus editoriales acuden a la Feria de Frankfurt con una amplia muestra de su producción científica y humanística: centenares de nuevos libros sobre filosofía, política, historia, psicología, economía, matemáticas, física, astronomía, medicina...


1 comentario:

Anónimo dijo...

Sobre l'article de Pontón i la Fira del Llibre de Frankfurt:

Crec que es podria posar el seu article com a exemple dins de la teva anotació anterior al blog. Has comprovat la veracitat del que critica? Has consultat la llista de 130 autors? Al web del Llull està penjada, ordenats alfabèticament:
http://www.frankfurt2007.cat/

Cito els deu primers:

AGBOTON, Agnes (fa llibres de cuina i cultura oral africana); ALZAMORA, Sebastià (bàsicament poeta); BARBAL, Maria (novel·lista); BATLLE, Carles (dramaturg); BAULENAS, Lluís-Anton (novel·lista); BELBEL, Sergi (dramaturg); BERNECKER, Walther E. (historiador); BIRULÉS, Fina (filòsofa); BOSCH, Lolita (novel·lista); BRU DE SALA, Xavier (assagista)

Només en aquests 10 primers es veu que sí, la literatura supera la no ficció. Però d'aquí a deixar-nos de complets ignorants perquè TOTS els autors són de ficció... La llista estarà mal feta, serà incompleta i sempre es podrà discutir qui l'ha de fer, però s'ha de tenir una bona dosi de mala llet per voler desprestigiar tot el conjunt sense saber ni qui són.