jueves, 26 de octubre de 2023

Killers of the Flower Moon (Los asesinos de la luna)

 


La primera cosa que te asalta cuando repiensas la película, incluso mientras la estás viendo, es si era necesaria su duración: 206 minutos. He de decir que la seguí con atención de principio a fin y que solo se me escapó un bostezo en el último tercio, fruto de la incomodidad de estar tanto tiempo sentado. Tomada secuencia a secuencia, todo tiene interés, bien planificadas, con encuadres diseñados hasta el último detalle, con todos los actores en sazón (DiCaprio De Niro Lily Gladstone Jesse Plemons tantos), sin que ninguna parezca sobrar -me pongo en la piel de Scorsese y me digo qué secuencias saco para recortar el metraje y no sabría cuál, incluso me digo este plano debería tener algunos segundos más para recrearse en el paisaje, en el silencio, en el rostro del actor-, pero tomada la película en conjunto es evidente que algo falla. Sucede como en aquellos pintores decimonónicos que hacían cuadros de gran tamaño pintando una batalla o un gran suceso del pasado: dónde pongo el foco. El espectador recorre el lienzo en espiral lo admira se recrea en algún detalle y pasa a otro cuadro sin haber aprendido ninguna lección.


Uno intuye lo que Scorsese y sus guionistas nos han querido contar. Un territorio indio, el maná del petróleo, la repentina riqueza de los Osage, sus propietarios, los buscavidas blancos que llegan atraídos por el color del dinero fácil y rápido, la ingenuidad y la barbarie que chocan, una historia de amor que va ligando las escenas y las fórmulas fijadas por el western para contarlo. No hay nada nuevo por tanto en esta versión. Lo único que cabe esperar es el refinamiento de la fórmula, no desde luego esos pastiches que ha traído SkyShowtime de la mano de Taylor Sheridan, en contraste con El poder del perro, de Jane Campion, por ejemplo.


Martín Scorsese es un viejo virtuoso, domina los resortes, extrae lo mejor de sus actores, tiene presupuesto. Qué falla entonces. Quizá le pase lo que al propio DiCaprio en su interpretación; confiado en su maestría, en su atención al detalle, pierde de vista el plano general: tomada escena a escena DiCaprio está genial, sin embargo desde mi punto de vista no acaba de redondear el personaje para que quede en la memoria con la consistencia de un Gregory Peck en Matar a un ruiseñor; eso le ha pasado a Scorsese, no ha sabido ascender como un dron -como el que hace volar en el último plano- para dar cuenta de la visión de conjunto, para que Killers of the Flower Moon -qué buen título- esté a la altura de, pongamos, The Serchers (Centauros del desierto) o de Unforgiven (Sin perdón).


La pregunta ante cualquier obra de arte, ante cualquier espectáculo, es para qué. ¿Nos emociona nos convence nos orienta? Aunque nos entretiene, Killers of the flower Moon es el intento fallido de un artista por levantar una obra maestra. Aún así, no creo que encuentres cosas mejores que ver en este último tercio del 2023. Desde luego no esperes a verla en pequeña pantalla.


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