sábado, 25 de enero de 2020

Los jefes



Los caballos con sus jinetes dan vueltas y vueltas alrededor de la plaza. Una especie de Palio de Siena. Los balcones y las vallas con banderas españolas. Un tambor redobla a su paso. La gente fotografía, aplaude, grita cuando de una cuerda que pende de un lado al otro de la calle un gallo boca abajo se ofrece como trofeo a los caballistas. La cuerda se afloja o tensa para hacérselo más fácil a los jefes. Así se llama la fiesta, Los Jefes. Tres jinetes vestidos de jerifaltes decimonónicos. La cosa consiste en arrancar la cabeza de los gallos al paso del caballo al galope. Los jinetes son torpes y necesitan más de una pasada para arrancar la cabeza. Pero no hay que alterarse, los gallos cuelgan a medias degollados. Cuando no que gallos ponen chorizos y morcillas. Caída la noche, prenden grandes fuegos para celebrar un sitio medieval, cuando los moros asediaban el pueblo. Prendieron hogueras para hacerles creer que todo era ruina y que no merecía la pena la conquista. Hoy nadie mira desde los cerros vecinos, o eso creo. Santo Domingo de Silos, tarde buena, tras mañana senderista y lluviosa.



No hay comentarios: