Erschütternd

                Carisma. Elecciones del 21D, apariciones telenáuticas, discursos, ¿¡Puigdemont tiene carisma!? Viene al caso una anécdota que Philippe Sands cuenta en su Calle Este-Oeste. Pasaban un corto de Hitler en una de las sesiones del juicio de Nuremberg, entre la conmoción de los acusados y la indiferencia del resto, cuando se oyó decir a Von Ribbentrop, “¿Es que no sienten la tremenda fuerza de su personalidad, cómo volvía loca a la gente?”. La fuerza de su personalidad era erschütternd. Estremecedora.

               Sucede con cualquier creencia. Aduce Josep Pla en su recién reeditado libro sobre sus notas dispersas que los argumentos abstractos, como el de San Anselmo, fríos argumentos cerebrales, que probarían la existencia de Dios, sólo convencen a los creyentes dejando indiferentes al resto. Así el carisma.

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               Otro. Puigdemont reclama el derecho de primogenitura para ser -seguir siendo- presidente de la Generalitat. Ofrece dos argumentos, uno místico, que es legítimo President porque no ha dejado de serlo, y otro tácito, que su lista es la más votada. Este no lo puede expresar tal cual porque la lista más votada ha sido la de Inés Arrimadas, pero ni Puigdemont ni ERC lo mentarán, porque ni Arrimadas ni sus votantes son auténticos catalanes.