jueves, 29 de octubre de 2015

Sobre Santa Teresa




            Qué hubiera sido Teresa de Jesús en nuestro siglo. Quizá resulte ridículo hacer tal pregunta. Era hija de su tiempo y no podía ser otra cosa. Pero quiso, sin duda, escapar de él, de ese siglo XVI donde algunos teóricos y sabios de entonces se preguntaban si las mujeres pertenecían al género humano, un tiempo donde la mujer era un objeto a disposición del hombre. Quizá, una pregunta pertinente sea si Santa Teresa se acercó a Dios para alejarse de los hombres, que su rapto místico, animada por la lectura de la traducción que Fray Luis de León hiciera del Cantar de los Cantares, directamente del hebreo, era una salida, no debía haber muchas más, una liberación de un mundo dominado por los hombres, donde el arrebato pasional podía ser una forma de libertad. Escribió que el peor ladrón era el que estaba dentro de la casa. Teresa de Jesús, Fray Luis y otros amigos y compañeras de la santa fueron perseguidos, algunos encarcelados, por la inquisición, sus escritos prohibidos, censurados o publicados tras su muerte. A aquellos con los que por obligación debía relacionarse, aparte de sus amigos, los confesores, les exigía que fueran hombres de letras, es decir, hombres de razón. (Escuchando a Clara Janés: Más allá del mar tempestuoso).

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