
Casi todos
los relatos de este libro hablan de la familia de Yunior, el narrador, narrador
también de la novela premiada con el Pulitzer. No están ordenados cronológicamente,
lo que produce un efecto curioso: sabemos que ocurrirá con esos personajes
mientras los vemos llegar, por ejemplo a Nueva Jersey desde Santo Domingo por
primera vez. Junot Díaz nos va contando sucesos nimios, diálogos
intrascendentes, pero junto a ellos se cuela lo importante que va deduciendo el
lector sin que se lo cuenten. En eso se emparenta con escritores como Carver o
Ford o Tobías Wolff, aunque Junot Díaz va directo, no se pierde en florituras. Otras
veces el relato es un torrente de sucesos que se aprietan en frases muy breves,
entonces la relación se asemeja al discurrir de la conciencia que piensa a través
de los hechos narrados. En todos ellos late la vida, el amor, el sexo, el
engaño, la ruptura, el abandono, la melancolía, el dolor.
El último
relato, Guía de amor para infieles, parece justificar el libro entero. Yunior
pierde a la mujer que más quería y durante años no levanta cabeza, intenta hacérselo
con otras pero nada le calma, se muere de melancolía.
Da gusto leer este libro en papel, manosear la portada con esos colores tan brillantes, tan limpios como la escritura de Junot Díaz, leer las hojas recién imprimidas, casi se llega a tocar todo lo que el narrador dice que está tocando. Hay casos en que el libro necesita ser leído con las manos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario