lunes, 8 de octubre de 2012

Europa explicada por su tipología familiar





             Para Emmanuel Todd (La invención de Europa) los cambios y las revoluciones tienen su origen en la estructura familiar de las poblaciones.

             Según él, las revoluciones europeas (imprenta, religiosa, industrial, burguesa, etcétera), estuvieron inspiradas por la forma de organización familiar propia de cada territorio,  definida por su organización interna (autoritaria o no), externa (endógama o exógama) y por sus reglas de sucesión y herencia (igualitarias o no), conformando las estructuras políticas y las ideologías de una sociedad. Los cambios se deberían al derecho civil, a las reglas de sucesión y reparto de la herencia entre padres, hijos y hermanos.

             Según Todd, hay cuatro formas de familiala troncal, (típica de Alemania, Escandinavia, Francia suroriental, la Corona de Aragón y la zona vasconavarra), con un padre autoritario y desigualdad entre hermanos y con la parte principal de la herencia que recae en el primogénito. Esta estructura favoreció la revolución de la imprenta, el luteranismo y la organización del Estado alemán por la prusiana revolución desde arriba.

            En la familia nuclear absoluta (Holanda e Inglaterra) los hijos se emancipan de sus padres con gran desigualdad entre ellos al repartir la herencia familiar.  De ahí surgió la invención calvinista del individualismo y el capitalismo.

            En la nuclear igualitaria (centro de Francia, España e Italia) los hijos se emancipan de sus padres pero mantienen una fraternal igualdad entre ellos, dando lugar al universalismo revolucionario de “libertad, igualdad y fraternidad”.

            La familia comunitaria extensa (sur de Italia y España), donde los hijos igualitarios permanecen dependiendo de por vida del patriarca familiar, dio lugar a las mafiosas redes clientelares del familismo amoral.

            Estas formas del derecho civil determinarían las culturas públicas de los territorios. Así, por ejemplo, la evolución hacia regímenes políticamente democráticos pero social y económicamente no igualitarios, como el estadounidense o el británico, tendrían su origen en el sistema nuclear absoluto de los países anglosajones. La estructura de la familia comunitaria, autoritaria e igualitaria, permitió la emergencia de regímenes de tipo comunista en Rusia o China. Como regímenes autoritarios y no igualitarios fueron posibles en países con estructura familiar troncal como Alemania o Japón, mientras que el modelo republicano universalista francés tendría su origen en la familia nuclear igualitaria de la región parisina. 
           “La fragmentación europea se explicaría por las diferencias entre los países latinos y católicos (que reivindican la fraternidad fiscal de la caja común), contra el diferencialismo asimétrico de germanos, anglosajones, lombardos, catalanes y vasconavarros, a quienes horroriza el igualitario café para todos (y sus derivadas federales de mutualización de impuestos y deudas) porque prefieren mantener intactos sus identidades culturales y sus hechos diferenciales (forales o confederales), negándose a compartir sus haciendas solidariamente con los demás. Una pugna que parece impedir la salida de la crisis” y que provoca la actual deriva nacionalista.
"Las personas que toman las decisiones [políticas] y que crearon el Euro [moneda] pensaron que unificando las monedas [europeas] iban a cambiar las mentalidades. Pero las sociedades están ante todo marcadas por los valores heredados implícitamente de su estructura familiar. La paradoja de Europa resulta que se suponía que todos iban a ser solidarios, pero los Estados se han comportado a la manera inversa".


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