miércoles, 24 de febrero de 2010

Por qué no me gusta Lula

Lula ha escogido la peor ocasión para llegar a La Habana. O no.
El periódico lo ve de este modo:
Se trata del cuarto viaje que realiza a la isla en sus ocho años de presidente, y la visita tiene dos objetivos principales: afianzar su apuesta política por la revolución castrista antes de marcharse, y respaldar sectores estratégicos de la economía cubana, como las infraestructuras o el petróleo, en momentos en que la falta de liquidez y la crisis asfixian a las autoridades de la isla. En la agenda no hay espacio para los disidentes, algo que no ha sorprendido, pues Lula es un viejo aliado.
Siguiendo los pasos de Hugo Chávez, Lula llega a La Habana justo en el día en que el albañil Orlando Zapata, después de 86 días en huelga de hambre, acaba de morir. El albañil Orlando Zapata tenía 42 años. Pero a Lula no le interesan los disidentes. ¡Es un hombre de Estado! ¿Quién sabía de Orlando Zapata, aquí, en España? ¿A quién podía importarle que un disidente cubano estuviera en huelga de hambre durante 86 días? La mera comparación con el espectáculo Haidar de hace unas semanas produce vértigo. ¡Todos aquellos intelectuales! ¡Tan mudos!

Junto a un grupo de 75 disidentes Orlando Zapata fue condenado en la primavera del año 2003. A sus compañeros los condenaron a penas de hasta 28 años de cárcel. A él, por acumulación de penas por "desobediencia, desacato -"desacato a la figura del Comandante"- y protestas a favor de los derechos humanos", lo condenaron a 36 años de prisión. ¡36 años de prisión! Desde entonces, Zapata ha estado sometido a constantes cambios de prisión, palizas y régimen de aislamiento. ¿Qué delito habían cometido? Ser disidente. Pero a Lula no le interesan los disidentes. Lula quiere que su país sea una potencia regional. Por eso recibe a Ahmadinejad, otro que quiere afirmar su país como potencia regional fabricando la bomba nuclear. ¿Qué significa ser una potencia regional? Parece que a la gente que protesta y muere en las calles de Teherán, el que Irán sea una potencia regional no le sirve de gran cosa. Tampoco a los disidentes cubanos les sirve de gran cosa que Brasil sea una potencia regional. ¿Y a los pobres brasileños les sirve de algo que el presidente Lula convierta a su país en una potencia regional? Lula dirige el partido del trabajo, luchó contra la dictadura brasileña, pero los derechos humanos de los cubanos no le dicen nada si se interponen en el camino de Brasil hasta ser considerado potencia regional. ¿Por qué a Lula no le gustaba la dictadura militar de su país y en cambio se muestra feliz y sonriente ante la dictadura cubana?

Para celebrar la muerte del albañil Orlando Zapata, mientras Lula estrecha su amistad con los hermanos Castro, éstos detienen a 50 disidentes más. Por cierto, Guantámano está en Cuba. Es la cárcel más visible del mundo, ¿por qué las cárceles cubanas que están al lado, donde los presos son torturados y pasan hambre, son tan invisibles?

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