jueves, 9 de diciembre de 2021

‘No hay un problema con la lengua’

 



La primera evidencia de cualquier hombre reflexivo es que somos individuos solitarios, venimos a este mundo en compañía pero lo abandonamos en soledad. El hombre consciente no quiere que lo invadan: la mayoría de los políticos, de los más benignos a los totalitarios, creen que su trabajo consiste en dictar normas, regular, entrometerse en la vida de la gente. Hay una política aceptable, la de la democracia liberal, y una insoportable, la de los sistemas que tienden hacia el totalitarismo. El nacionalismo es uno de ellos. El nacionalismo que enmascara y pudre. En el País Vasco el terror, en Cataluña la corrupción. Una anomalía que ha dejado de serlo para ser un sistema refrendado electoralmente. Nosotros.


Hay dos actitudes ante el nacionalismo: el que analiza y el que lo padece. Para el primero es un concepto a la par que otros conceptos, una abstracción. Para el segundo es una atmósfera de opresión. La clase política en general y la familia de Canet. Eta nació en esa atmósfera preexistente, la reforzó: sus efectos siguen. No hay reflexión buena si no la valida la experiencia. ¿Cómo sale adelante quien padece el nacionalismo? Enfrentándose a él o sometiéndose. Enfrentarse tiene riesgos: estar con los muy pocos, vejaciones y aislamiento, y, cuando Eta, la posibilidad de perder la vida. Someterse tiene sus ventajas: ponerse del lado de quien no tiene miedo y aceptar los beneficios que reporta a la sociedad el nacionalismo; privilegios laborales y fiscales por ejemplo.


El mayor escándalo del nacionalismo no es que no aplique la igualdad sino la ceguera esforzadamente voluntaria en reconocer al otro. El otro no existe. Y si lo atisba como un obstáculo llama a su supresión. Los millones de castellano hablantes en Cataluña no existen. No solo no existen, la buena gente nacionalista les atribuye el mal que ellos padecen: formar parte de una conspiración con voluntad de destruir la nación catalana para imponer la española. Un pensamiento perverso, que se niega a admitir ante el tribunal de la propia conciencia, que nace de la ocultación de la realidad: la existencia del otro humillado, la clase de los que no cuentan a sus ojos y nunca deberían contar ocurra lo que ocurra, como diría Simone Weil.


¿De dónde surge la decisión política de desposeer a tantos millones de un derecho? ¿En nombre de qué se les desposee de su dignidad, que es que un hablante en una lengua es un igual a un hablante en otra lengua? En la práctica, es una revocación de su ciudadanía, puesto que no pueden hacer una vida política en su propio idioma, una suerte de apátridas en su propia patria pues ni su gobierno les protege, condenados a ser nadie en la vida política catalana, e incluso española pues no tienen derecho a que su representación tenga valor, como no sea una representación avergonzada (PP), demediada (PSC: Illa ha tardado, pero -disfunción cognitiva- ha dicho hoy que condena, pero ‘no hay que politizar la lengua’) o falsificada (comuns). Ni siquiera se admite una mínima concesión, que puedan hacer uso, en su lengua, de un 25 % de la enseñanza. ¿Qué clase de ciudadanos son si no se les reconocen sus derechos constitucionales ni se cumplen las resoluciones judiciales? No se trata de la dificultad del catalán, de su uso voluntario o impuesto, sino de la barrera del idioma concebida como marca étnica que establece de facto un desclasamiento para millones de personas. Aunque hablen fluidamente el catalán no dejarán de ser intrusos, forasteros que han venido con voluntad de destrucción e imposición, soldados de otra nación.


Tratar al otro como tu igual, ¿no es ese acaso el valor principal de la civilización? ¿Y la desigualdad no es el freno que continuamente retrasa su expansión? Paganos impíos ateos extranjeros inmigrantes mujeres maricones, los que no piensan como nosotros. El nacionalismo se fortifica sobre la negación del otro. Nacionalizar a la mayoría de la sociedad y crear muros identitarios de separación entre Cataluña y el resto de España, ese era y es el proyecto.


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