Virosfera

 

¿A qué se debe la proliferación de virus en los últimos tiempos? ¿Cuándo empezó todo? ¿Quizá a comienzos de los 60, con el virus Machupo que afectó a campesinos bolivianos? ¿Y después el Marburgo en 1967, el Lassa en el 69, el Ébola en el 76, el VIH en el 81, el Hendra en el 94, la gripe aviar en el 97, el Nipah en el 98, el Nilo Occidental en el 99, el SARS en el 2003, la gripe porcina en el 2009 y ahora el Covid-19? ¿Qué podemos hacer para liberarnos de las raras enfermedades que nos traen? ¿Son imponderables como los terremotos, los volcanes, los meteoritos? ¿Qué ha ocurrido para que hayan aparecido así de sopetón o ya estaban y no los detectábamos? ¿Tiene que ver con nuestra interacción con el ecosistema?

La mayor parte de las enfermedades nuevas y las que nos esperan son infecciones zoonóticas, es decir, los patógenos que las provocan tienen su origen en la fauna salvaje. Virus zoonóticos, ¿por qué saltan de los animales a las personas? ¿Superpoblación, invasión y explotación de territorios nuevos en tierra y en los océanos, consumo de animales salvajes, deforestación, contaminación industrial, movilidad como nunca antes, tecnología? Los reservorios antes intocados, y ahora extensiones de la vida del homo sapiens, como las selvas tropicales y los océanos, pierden el muro que les protegía. La virosfera es un vastísimo mundo de organismos aún por conocer y superior en cantidad a la vida conocida: virus, bacterias, hongos, protistas y muchos más, en buena parte parásitos que necesitan de otros organismos huéspedes para replicarse.

Los virus solo pueden replicarse dentro de células vivas de otros organismos. Durante miles o millones de años han vivido en ecosistemas en equilibrio que regulaban su crecimiento y extensión. Ahora se ven alterados. Lo que vamos descubriendo es una mínima parte de lo que queda por descubrir, no solo virus sino huéspedes, animales o plantas, que los contienen en relación más o menos benigna (simbiótica). La invasión de los ecosistemas naturales libera a los microbios de sus confines en busca de nuevos huéspedes. Nuestra especie es cada vez más accesible, más abundante y más extendida geográficamente. Para un virus o una bacteria los miles de millones de cuerpos humanos constituyen una ubérrima fuente de alimento (William H. McNeill). En el último cuarto de siglo los humanos nos hemos duplicado.

Los virus que mejor se adaptan, porque mutan más fácilmente, son aquellos cuyo genoma está compuesto de ARN, el lugar del ADN, los más peligrosos para nosotros y fuente de las epidemias y pandemias actuales y futuras. Tal es el caso de VIH que ha causado la epidemia del SIDA y que ha matado ya a más de 30 millones de personas y que infecta actualmente a otros 34 millones, desde que saliera en los 70 de alguna región de la jungla africana donde había permanecido de forma más o menos inocua en los chimpancés durante millones de años. ¿Dónde estaba el reservorio del covid-19 antes de que apareciese en un mercado de Wuhan? ¿A cuántos millones de personas matará el nuevo virus? ¿Y el próximo, cuándo aparecerá, cuál será la velocidad de su propagación, cómo será de letal?