lunes, 3 de octubre de 2011

El matrimonio destruye lentamente cualquier sentido de moral





"Pero la realidad es que no puedes estar casado con alguien durante veinticinco años y seguir siendo inocente. Según mi experiencia, el matrimonio destruye lentamente cualquier sentido de moral o de lo que es bueno y lo que es malo. La verdadera pérdida de la inocencia ocurre durante el matrimonio".
"Los libros ya no instruyen a la sociedad, nunca más volverá la ficción a lo Dickens o Stendhal. Actualmente la televisión hace un trabajo mucho mejor que la novela. Una serie como “The Wire”, por ejemplo, hace lo que antes era tarea de la literatura. Gracias a esa serie descubrí que los traficantes de drogas se deshacen de sus móviles semanalmente, y que lavan dinero a través del negocio de bienes raíces. Esas son noticias interesantes, y la televisión es la indicada para darlas".
"Mis padres no eran lectores y crecí pensando que no era mejor que nadie. Por eso siempre quise escribir novelas que no excluyan a nadie".

Son opiniones de un novelista, es decir, de alguien que trabaja con su experiencia e intuición, no son conclusiones derivadas de un arduo trabajo de investigación sociológica o antropológica. Sin embargo, hacen pensar e invitan a buscar sus libros para ver cómo esa opiniones se traban en una historia. Aún no he leído nada de Franzen, pero ya va siendo hora de subsanar esta laguna.


Sin embargo, de este artista, Anselm Kiefer, no espero nada: 


"Nuestra vida está basada en la decepción, desde pequeños. Luego se convierte en una desilusión que nos conduce hasta el final, cuando nos volvemos espíritus".

Que ahora lo llamen al Palacio Real y triunfe en la ópera es un buen síntoma de su inanidad, la inanidad de los burgueses cultos que gastan nuestro dinero en sus sofisticados entretenimientos. De este modo lo introduce el periodista:

"Encerrado en su atelier, el artista alemán más francés("pero yo quiero ser artista europeo", reivindica) asegura que vive al margen de lo que se opine de él. Y cree que no es su posición de privilegio la que le permite adoptar esa postura. Es como debe ser, y punto. "El arte tiene que estar en el underground, yo estoy en el underground. Trabajo en niveles diferentes, mucha gente no ve lo que hago. Quizá no lo entiende. Pero me da igual, ya lo verán en otro momento". Ni siquiera, asegura, se siente especialmente decepcionado por la gente que le ríe las gracias sin entenderlas. "Nuestra vida está basada en la decepción, desde pequeños. Luego se convierte en una desilusión que nos conduce hasta el final, cuando nos volvemos espíritus". Y para ese día, aunque sea solo en determinados momentos, ya está preparado".

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