Atrévete: participa en conversaciones incómodas

 

“Si quieres influir en otras personas, tendrás que dejar que ellas te influyan a ti. Para abrir tu mente y educarte. Así que tendrás que aprender a tener conversaciones incómodas”. ("If you want other people to let you influence them, you’ll have to let them influence you. To open your mind and educate you. So you’ll have to learn to have uncomfortable conversations.") Zoe Chance.

Damos por hecho que una sociedad democrática es antes que nada una comunidad deliberativa, conversa sobre las mejores soluciones posibles para los problemas que se van presentando. ¿Es realmente así?

Periodistas y opinadores de gran audiencia, Jordi Évole es el ejemplo que Félix Ovejero pone hoy en EM, hacen girar el foco de interés de lectores y electores de las cuestiones de principio (separación de poderes, extensión e igualdad de derechos, trabajo esclavo, enseñanza y sanidad públicas) hacia el mantenimiento del poder de la izquierda como lo verdaderamente importante. Así se entiende que estos hayan dejado caer sus escrúpulos éticos ante fuerzas como Bildu o ERC. El poder los necesita para mantenerse. Évole y compañía son los cabos de pelotón necesarios en el desarme moral de la izquierda.

“España tiene un problema de extremismo político como ninguna otra nación europea. La representación parlamentaria de Podemos, Vox y el independentismo alcanza porcentajes mayúsculos, que revelan la escasa calidad de la educación política de los ciudadanos y la dramática falta de liderazgo del centrismo”.

Steven Pinker da tres razones de por qué deberíamos promover la discusión racional:

“Es importante para nuestra vida personal. Las personas que siguen modelos normativos y evitan las falacias cognitivas tienen, por término medio, menos accidentes y percances, tienen mejores resultados financieros, sanitarios y laborales, y es menos probable que sean estafados por charlatanes médicos o psíquicos”.

“Es importante para el progreso material. (…) La longevidad, la paz, la prosperidad, la seguridad y la calidad de vida han aumentado con el tiempo. Esto no se debe a una fuerza mística llamada “progreso” que nos eleva cada vez más. Ha sido el resultado del uso de la razón para mejorar el bienestar humano”.

“Es importante para el progreso moral, las grandes mejoras morales de la historia, como la reducción de la persecución religiosa, los castigos crueles, la autocracia, la guerra, la esclavitud y la opresión de las mujeres y homosexuales, comenzó con una discusión. Un filósofo o activista presentaría argumentos de por qué alguna práctica del día era incompatible con los valores que todos decían tener. Su tratado se distribuiría, traduciría y discutiría en salones, pubs y cafés, se extendería a los que estaban en el poder y eventualmente se convertiría en la ley del país”.

Quizá esto nos ayude a comprender que el progreso moral fue el motor de la izquierda pero que ya no tanto, al menos no el de la actual izquierda identitaria.

Puede que sin embargo algo esté cambiando en el pensamiento de la izquierda, tras la salida de madre pormoderna. Voces que se atreven a pensar con realismo y razón. Estos dos artículos de fondo de EP hoy.