miércoles, 26 de enero de 2022

Necroeconomía

 



Hay libros inabordables o por tan densos que el lector no iniciado no puede entrar en ellos o por tan livianos que el valor del libro reside fuera de sus páginas.


Necreeconomía lo publicó en el 2019 una periodista de éxito, con programa de televisivo, Marta Flich. Inmediatamente me di cuenta de que no era un libro para leer, aún así lo seguí página a página, fijándome en una u otra frase para fundar una opinión con la que poder charlar con los amigos de una tertulia de ensayo. Hay muchas afirmaciones en el libro sin documentar, de hecho casi cada frase lo es. Otras llamativas, que va a escribir de economía prescindiendo de los números. O que le gusta ganar dinero con ello, a quién no, para a continuación definir qué entiende por necroeconomía: “entiendo necroeconomía como una forma de ganar pasta a costa de la vulnerabilidad social de las personas o de los grupos, es decir a costa de la desgracia ajena”. Esa es la materia del libro, los desgraciados económicos, desgraciados que deben su situación a las políticas económicas de la derecha. Es el argumento principal. Cada frase una variación sobre el tema. Un ejemplo, habla de lo bien que les fue a los bancos durante la crisis: "Si yo fuera un poco mal pensada podría llegar a pensar que hasta les vino bien la crisis. No así a los desahuciados que, desesperados, se suicidaron durante esos terribles años". Ese es el tenor.


Pero como el libro es insatisfactorio busco el valor fuera de sus páginas. En YouTube se presentó en la Fundación Telefónica: la sala a rebosar; la autora se hace acompañar de un periodista de prestigio, Manuel Jabois, y una ministra socialista, Valerio. No hay cuestiones a debatir, no se desentraña el libro. Es como un juego entre periodista y autora, hasta que la ministra, algo arrinconada, consigue tomar la palabra y soltar su mitin. 39 minutos, sin preguntas, salvo una persona que se arriesga a pedir la palabra y sale trasquilada. La propia autora decide cuándo se acaba el acto. Un buen semiótico tendría material no lingüístico que analizar. Me abstengo. Busco críticas, reseñas en los periódicos; no las encuentro. ¿Son suficientes los signos de contexto para establecer el valor del libro? ¿Tiene el libro la suficiente entidad como para que se le haga una valoración independiente? Es decir, ¿tiene la suficiente importancia como para que le entreguemos nuestro valioso tiempo? ¿Son suficientes los signos no lingüísticos, sin leer el libro, sin escuchar lo que dicen en la presentación, para fundar una opinión crítica sobre él? ¿Qué busca la editorial que lo publica? ¿Y la propia autora? 




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