Me gusta ver ganar al Madrid, sobre todo cuando juega contra el Barça, ya sea directamente o con otros equipos mediante. Por eso, hoy, que ha perdido, estoy contento porque ha jugado mal y el Getafe le ha sabido plantar cara, no porque uno sea grande y otro pequeño, sino porque gana quien se lo merece.
Estoy contento porque las opciones electorales del PP se diluyen. Se lo está ganando por su nula oposición, ahora que necesitamos una de las buenas, y por su división interna, y por que escoge a los peores desechando a los mejores: los otros partidos también lo hacen. Pero, ¿cómo hacer para que todos los partidos que se lo merecen pierdan?
Estoy contento porque las expectativas electorales de Cs se estampan contra la nulidad de sus dirigentes. Podemos y Vox me la traen floja, tanto como los nacionalistas: se me perdone.
Estoy contento con que RTVE se hunda hasta el fondo, por sus programas cutres, malos sin paliativos, especialmente la bazofia de Cachitos, el único programa musical de las teles que seguía intermitentemente, por escoger a los peores guionistas, los más sectarios.
Estoy encantado con que el antiguo periódico de referencia esté cada día más cerca de la propaganda y más lejos de la información.
Estoy contento con que el PSOE remonte en las encuestas: el PSOE es la fiel imagen de España y si España es como es merece que lo gobierne un partido como el PSOE
Constatar lo cutre que me rodea me hace feliz: puedo dedicar más tiempo a mí mismo, a mis propios intereses, a mis amigos, a mi familia. ¿Y que el país se hunda? No, por Dios. Aquí, una opinión que comparto: melancolía.
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