- Quién es esa mujer, ¿a qué se dedica?
- Tiene un trabajo indecente, el peor trabajo del mundo
- ¿A qué se dedica? ¿Es una prostituta?
- Peor, es una cantante de pop
(en La giovinezza, de Paolo Sorrentino)
Alejado como muchos de la música popular, por la vulgaridad de sus rimas y la nimiedad de sus temas, del cine patrio y de los informativos televisivos, que se han convertido en algo así como portavoces de las consignas de Kim Jong-un, de cineastas, presentadores de telediario y artistas en general que, más allá de la habilidad de su oficio, han adoptado la pose del predicador que no solo analiza sino que prescribe la mejor política, el mejor comportamiento, la mejor comprensión de la compleja realidad en que vivimos, me he perdido seguramente grandes canciones, grandes obras maestras de la cinematografía y sesudos comentarios de la actualidad, así que cuando, por casualidad, como suelen suceder estas cosas, me topo con la música de Zahara me sorprende no solo su calidad artística, musical, sino sobre todo la experiencia que sus canciones contienen, una experiencia generalizable y por tanto útil para mejor comprender nuestro tiempo. Al escuchar las canciones de Puta cobra sentido el título, el álbum y también la portada que parece que ocasionó polémica cuando salió. Zahara tiene una experiencia que merece ser contada y que sabe contar, y, mucho mejor, cantar.
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