no
es amarillo el amarillo de los realistas,
no
son iguales los colores que yo he visto
en
los fiordos del norte,
en
los lagos de Kroderen
en
las montañas que los circundan,
Hans
Gude pintaba
las
contrastadas sombras de Alemania,
los
amarillos y violetas de París,
Johan
Christian Dahl afanaba el pincel de Friedrich
para
pintar paisajes helados, mares bravíos
o
ciudades sumergidas en sombras,
Emil
Peterssen buscó la luz de Monet
en
las montañas verdaderas que yo he visto
con
otros ojos,
su
país no existe, durante breve tiempo
fue
una extensión de Holanda,
hasta
que el poderoso resplandor de Munch
conquistó
Alemania
e
inventó el siglo XX.
También
mis ojos son un lapso
de la percepción, veo
lo que no existe
en los ojos de los niños de hoy.
en los ojos de los niños de hoy.
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