Bauman
elude los dilemas, con su concepción de la verdad como un proceso al que se
llega mediante el diálogo, todo problema encontraría la solución en la forma de
plantearlo correctamente. Por ejemplo, su proposición de que “La muerte de un
solo ser humano no es un precio que merezca la pena pagar”, tan idealmente
inatacable, a qué nos conduciría frente a realidades históricas como el
proyecto hitleriano de la dictadura total o la guerra Siria que vomita miles de
refugiados vagando por los campos de Europa. ¿Cómo se detiene a los malos?
Un ejemplo de su idealismo paralizante es cuando achaca al Schindler de Steven
Spielberg que salvase a unos pocos judíos y no a todos. ¿O todos o ninguno? No tenemos
conciencia moral de una vez y para siempre, es una adquisición en el tiempo. No
podemos juzgar desde aquí sin el contexto. Somos responsables de nuestro
tiempo, no del pasado.
Habría que
dar la vuelta a las metáforas de Bauman para ver cuál es su consistencia.
Frente al mundo líquido un mundo más sólido que nunca. ¿Cuándo el mundo ha sido
más sólido que ahora, con instituciones más duraderas, con más capacidad para
mantener las estructuras de convivencia? ¿Frente al hombre sin vínculos, cuándo
el hombre ha estado más ligado con sus semejantes? Se han diluido los lazos
familiares, pero en qué tiempo las relaciones dentro de la familia han sido más
veraces, más igualitarias, más razonables. ¿Y las relaciones de amistad? ¿Y los
vínculos con personas de otras culturas, de otras razas, de otras regiones y
países? Es posible que las relaciones interpersonales sean menos duraderas,
pero a costa de qué y de quién se hacían durar en otro tiempo, y se siguen
haciendo durar en otras culturas. ¿Y no es superior la ganancia en fluidez,
libertad y autonomía de los individuos? ¿Inseguridad, angustia? ¿Cuándo no ha
sido así? Además, ¿nos hacía más humanos la identidad fija, la sumisión a un
rol social preestablecido, que la actual identidad múltiple, flotante? ¿Quién
querría volver a la casa de las ventanas cerradas, donde el patriarca imponía
sus reglas sin que nada del exterior atravesase sus opacas cortinas? ¿La mujer,
los hijos? ¿Qué intimidad preservaban en su encierro?
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