miércoles, 20 de marzo de 2024

Domesticar al hombre

 



'”Abrazar modestamente una pequeña felicidad, ¡a eso lo llaman resignación!

Lo que más quieren es, en el fondo, simplemente una cosa: que nadie les haga daño...

Virtud es para ellos lo que hace modesto y manso: así han convertido al lobo en perro y al propio hombre en el mejor animal doméstico del hombre".

Así habló Zaratustra. Nietzsche.


Cuando en 1999 el filósofo alemán Peter Sloterdijk publicó Normas para el parque humano Jürgen Habermas movilizó a los suyos para atacarlo porque según él estaba promocionando la eugenesia. En Alemania, en cualquier debate político o filosófico resuena la barbarie de los años centrales del siglo XX, la discriminación y exterminio de grupos humanos. Habermas tachaba de antihumanistas las ideas de Sloterdijk, porque, según él, proponía el diseño de seres humanos genéticamente superiores, aunque Sloterdijk solo mencionaba las posibilidades de la prometedora biotecnología.


Sin embargo, lo que a mí me interesa del libro de Sloterdijk es la idea del parque humano como rebaño que debe ser conducido por los buenos pastores que saben qué es lo que al hombre le conviene. Esa sería, según el filósofo alemán, la idea central del humanismo desde que Platón la expusiera en la República y Las leyes, la idea de la domesticación del hombre: los hombres son influenciables y pueden ser llevados por el buen o mal camino. Sacerdotes y profesores han tenido como misión conducir a ese rebaño. A su cabeza los escritos de los filósofos marcaban los hitos. Sin embargo, la llegada al mundo moderno de Internet y el amplio abanico de informaciones y redes está quebrando el modelo del humanismo. Esta certificación más que constatación del declive del humanismo es lo que enfureció al sumo sacerdote de la socialdemocracia, Habermas, que ha gobernado el rebaño centroeuropeo desde 1945.



Pero si el humanismo se ha acabado, qué le puede suceder.


"Heidegger supo articular correctamente la pregunta de la época: ¿qué amansará al ser humano, si fracasa el humanismo como escuela de domesticación del hombre?"


Sloterdijk habla de un nuevo humanismo, que él llama "antropotecnia". Ya desde el siglo XV venía el hombre tomando el destino en sus manos, pero es ahora con las nuevas tecnologías cuando puede no solo cambiar el mundo sino a sí mismo. El hombre es la primera especie entre los seres vivos capaz de mejorarse hasta el punto de crear un híbrido humanotécnico, incluso una especie completamente dependiente de sí misma. La especie que se hace a sí misma.


Lo que está sucediendo ante nuestros ojos cada día confirma la tesis de Sloterdijk. En 'la perpetua batalla por el hombre que se viene librando en forma de una lucha entre tendencias embrutecedoras y amansadoras', los partidos que defendían el pastoreo socialdemócrata están de capa caída en toda Europa. Las distintas tecnologías se abren paso con independencia de la filosofía moral que siempre llega tarde y abre debates cuando los cambios ya se han producido. Pero el tema de la controversia entre los dos filósofos alemanes sigue vivo y seríamos necios si lo olvidáramos. Las dos preguntas siguen ahí: si, como decía Nietzsche, el hombre representa para el hombre la máxima violencia -Ucrania, Gaza- qué nos rescatará de la barbarie y, si la biotecnia nos está cambiando -cada día vemos cambios que modifican nuestra especie- cabe preguntarse si el homo sapiens no dará paso a una especie nueva, una especie, quizá, más domesticada que libre.

El libro de Sloterdijk es fruto de una conferencia previa. Es breve. Recomiendo su lectura.



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