Time (Condena)

 

Condena o Time es una miniserie de la BBC que llega a su segunda temporada (Movistar). Breve temporada pues cada una consta de tan solo tres episodios, con la particularidad de que en la T1 se pone a prueba la masculinidad y en la segunda la maternidad. Ni que decir que las dos son magníficas: el guion, los actores, la producción y la temática. La acción en ambas sucede en la cárcel, con breves intervalos, muy pocos, fuera de ella. Los protas principales son en general buena gente que ha cometido un delito por haber perdido el control (alcohol, violencia masculina) u obligados por las circunstancias. En la cárcel se pone a prueba su humanidad. En la T1, un profesor es condenado a cuatro años de reclusión por un atropello mortal cuando conducía borracho. En la cárcel conocerá la violencia en un ambiente que le es ajeno. En paralelo se cuenta la historia de un guardián de la cárcel que se mete en problemas por ayudar a su hijo que también está condenado en otra prisión.

En la T1 todo discurre entre hombres, en la T2 todo es femenino. Tres mujeres entran en la cárcel al mismo tiempo: una mujer negra, que es sacada de un medio social confortable para entrar en prisión por haber ahogado a su bebé, una chica joven a la que han pillado importando droga y una tercera que ha de cuidar a tres hijos pequeños, sola, en el límite de la supervivencia, cuya paga no llega para los gastos del hogar, por lo que manipula el contador de la electricidad o roba en la caja del trabajo. La chica joven ha entrado embarazada, pero sabe que los servicios sociales le quitarán a su bebé si no deja la droga. El universo en que se mueven en la cárcel es por tanto femenino, hay violencia pero no es tan aparatosa como en la cárcel de hombres, más mental que física. El tema es el cuidado y relación con los hijos, la maternidad, esa carga ineludible pero a la que no renuncian. Los guionistas creen en la redención: la chica deja la droga y al novio violento al que culpa de todo lo que le ha pasado; la madre de los tres chicos sale de la cárcel -no sabemos en qué momento se quedó sola- aunque ha reincidido en el robo con la intención de recuperar a sus hijos de los hogares de acogida; uno adivina que no le irán muy bien las cosas, y la madre negra consigue al menos que sus compañeras empiecen a tratarla mejor cuando les cuenta las circunstancias en que ahogó al bebé. Hay un cuarto personaje, una monja, que les ayuda a redimirse.

La T1 es dura, mucho más que la T2. Las tres historias sirven para mostrar la dureza de la cárcel y la inhumanidad de la burocracia estatal que por nimiedades, por errores o por delitos no bien contextualizados hunden vidas. Claro que los personajes principales al fin parece que encuentran su redención; no nos cuentan las historias de los que no. En todo caso, una serie que merece mucho la pena.