sábado, 9 de diciembre de 2023

Godland

 


Un pastor de Islandia, a comienzos del XIX, encuentra una caja llena de viejas fotografías. Ese es el punto de partida de Godland. El paisaje de una isla, Islandia, visto a través de la reconstrucción de fotografías en movimiento. Alguien hizo esas fotografías en la época en que fotografiar era laborioso. Había que llevar los trastos a la espalda, una cámara sobre un trípode, los productos químicos para fijar la imagen en la placa de cristal, lonas para hacer oscuridad dentro de la máquina. Una fotografía es algo más que una mera impresión de la luz sobre las cosas. Es un punto de vista, una perspectiva. Un obispo danés encarga a un joven sacerdote que vaya a esa isla primitiva para que construya una iglesia. El pastor se empeña en llegar al lugar asignado no por barco, sino recorriendo la isla a pie, contratando una recua de caballos para llevar los enseres, los religiosos y los fotográficos.


Pocas cosas hay tan maravillosas como la primera vez que te cuentan el mundo. La madre al pie de la cama de noche, el maestro en la escuela, los zíngaros en la calle haciendo hacer equilibrios a una cabra. Recuerdo la primera vez que trajeron el cine al pueblo. La expectación. Un almacén acondicionado, las sillas, la pantalla blanca, la proyección, las imágenes en movimiento. Me recuerdo espiando a través de una ventana la primera vez de un televisor. De esos momentos queda el qué, la expectación, más que la historia contada. Eso es lo que está en esta película tan bien contada.


Hay una correlación entre la locura y el arte. Como si un desequilibrio emocional fuese necesario para hacer ver al común de la gente lo que no ve. Científicos como Newton o artistas como Picasso tuvieron ese gramo de locura. Dañinos con sus congéneres al mismo tiempo que visionarios. El pastor fotógrafo de Godland al mismo tiempo que plasma el secreto misterio de la isla en sus placas lleva la discordia.


Se me pasó su estreno. Me he enterado de su existencia porque alguien la ha comentado en algún lugar. La he buscado. Está en alquiler en casi todas las plataformas de streaming. Es una película para ver en pantalla grande con el espíritu sereno y la actitud del niño que quiere que le cuenten el mundo por primera vez. Godland es una película maravillosa. Quizá, la que más me ha impresionado este año.


No hay comentarios: