miércoles, 11 de octubre de 2023

Troya, alfa y omega

 


Canta, oh diosa, la cólera del Pelida Aquiles; cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos y precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes, a quienes hizo presa de perros y pasto de aves -cumplíase la voluntad de Zeus- desde que se separaron disputando el Atrida, rey de hombres, y el divino Aquiles.


Al cruzar el Helesponto (334 a. C.), Alejandro, en plena travesía hizo una ofrenda al dios del mar, Poseidón, antes de arrojar con furia su lanza a la costa asiática como símbolo de conquista, luego, tras desembarcar el primero, ataviado con la armadura de combate, subió al templo de Atenea en Troya para hacer una ofrenda a la diosa. Influido sin duda por los héroes homéricos -honró las tumbas de Aquiles y Patroclo- le pidió a la diosa guerrera que le guiase en sus conquistas. De este modo vinculó de forma irreversible el mito de Troya a su campaña contra Persia que, tras una década, cambiaría el mundo.




El viaje al lugar de Troya es una visita a la imaginación del pasado. La desordenada excavación de Schliemann impide que tracemos sobre el lugar la larga historia de este sitio, las 8 ciudades, los 5000 años historia. De Éfeso a Esmirna, de Pérgamo Troya, hemos ido trazando el arco que va de Mileto a las islas griegas de Quios, cuna de los rapsodas homéricos y de los primeros filósofos, Tales, Anaximandro y Anaxímenes, pues aquí entre el jonio de Homero y el eolio de Hesíodo nació el griego en que están escritos la Ilíada y la Odisea en el siglo VIII ac., que es como decir donde nació la historia cultural de Europa, pues como Séneca le escribió a Lucilio: 'Yo no he nacido para un solo ángulo, mi patria es todo este mundo'.




Para comenzar el día hemos subido a la Acrópolis de Asos. La ciudad vivió su época dorada gobernada por un filósofo, Hermias, que alentó a que los filósofos se instalaran aquí. En torno a 348-345 ac, vino Aristóteles y se casó con Pitias, la hija de Hermias. Esta historia acabó mal cuando Hermias, invitado a un sympósion (banquete) por el gobernador del persa Artajerjes III, fue conducido a una trampa: fue ahorcado. Aristóteles dejó Asos para ir a Pella donde se convertiría en tutor de Alejandro. Alejandro se tomaría cumplida venganza arrebatando su gran imperio a los persas.




Se ven en relativo buen estado partes de la muralla, el teatro romano, el ágora, el bouleuterion, la estoa y la necrópolis, famosa, según Plinio el Viejo, por sus sarcófagos que recibían el nombre de 'comedores de carne': "la piedra de los sarcófagos se tiende y levanta como una hoja. Hay constancia de que los cadáveres puestos en esta piedra se consumen en cuarenta días, excepto los dientes".


Templo de Atenea, con el olivo, frente a Lesbos


La vista desde el templo de Atenea se extiende hasta la cercana Lesbos en el sur, Pérgamo en el sureste y hasta el monte Ida, donde pastoreaba Paris, en el este. Al noroeste, dos enormes columnas helénicas marcan la entrada a la ciudad. Toyi frente al bouleterion de Troya nos ha leído el comienzo de la Ilíada. Naty ha probado la acústica del teatro de Asos. Llego al estrecho de los Dardanelos, en Çanakkale, justo cuando el sol se apaga en Europa para imaginar el comienzo de Alejandro. Alfa y Omega.

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