lunes, 16 de octubre de 2023

Museo arqueológico de Estambul (y Topkapi)

 




Es tan ambicioso como inútil visitar un gran museo en una sola mañana. Eso también es válido para el museo arqueológico de Estambul. Debo dar gracias a que algunas de sus alas más importantes estuviesen cerradas, de ese modo pude dedicar mi tiempo a la escultura clásica de las ciudades que hemos visitado en el viaje: Afrodisias, Èfeso, Pérgamo, Sardes, también a la sala de los sarcófagos. Situado en los jardines del Topkapi, el museo está muy bien ordenado y mejor iluminado.


Me llaman poderosamente la atención las salas dedicadas a Troya. Un enorme, alto y grueso muro reproduce la estratificación de las nueve ciudades de Troya. Alrededor, sucesivas vitrinas muestran los objetos encontrados en cada uno de los niveles, además de algunas piezas del tesoro de Schliemann. Muy didáctico, ideal para una clase con alumnos.



De las tres partes de que se compone me quedo sin ver el Museo del Antiguo Oriente y el Pabellón de los Azulejos o museo de arte islámico. Para otra ocasión quedan la puerta babilónica de Istar (aunque ya hemos visto la de Berlín), el calendario de Gézer y el mihrab Karaman.



La mayor parte de quienes visitan el museo buscan ante todo el sarcófago de Alejandro Magno. Fue encontrado, en 1887, en el hipogeo de una necrópolis subterránea, en Sidón, junto a otros sarcófagos reales que se exhiben en este museo. Se encuentra en perfecto estado. Incluso quedan restos de la policromía original. Los bajorrelieves en las cuatro caras ensalzan la historia y mitología del héroe, triunfante en la batalla de Issos o cazando. No fue hecho para Alejandro sino para uno de sus generales, quizá Abdalónimo de Sidón.



A mí lo que más me interesó fueron las esculturas clásicas de la época griega, romana y bizantina. Un Marsias de Lisipo, el busto en bronce de Alejandro Magno, el sarcófago de las plañideras, los bustos y esculturas de los emperadores y los dioses y diosas del Olimpo griego.



Por encima de todo, como no podía ser de otro modo, me enamoré del busto Safo.




La tarde anterior habíamos visto el Topkapı, el complejo palacial que fue centro administrativo del Imperio otomano entre 1465 y 1853. Situado en un promontorio, con el Cuerno de Oro a la espalda y con vistas al mar de Mármara, es el lugar ideal para admirar la belleza del Bósforo. El lugar perfecto para los turistas que se extasían ante el lujo de los salones y las joyas.


Biblioteca


Alrededor de cuatro patios se distribuyen los palacios, pabellones y edificios de usos diversos: En un palacio estuvo el harén, en otro se guardan diamantes de muchos quilates y el oro; hay una exquisita biblioteca, para mí el lugar más hermoso; la sala del consejo, la armería, los establos, las cocinas, hasta un palacio de reliquias hay, con una bandeja de Abraham, un bastón de Moisés, la espada de David, la túnica de José y un pelo de la barba de Mahoma y los pabellones con vistas al mar sin duda los más bonitos.




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