martes, 14 de marzo de 2023

Everything Everywhere All at Once




 Cada año se producen películas muy superiores a las premiadas en los Oscar. Dos veces me he puesto con la peli que se ha llevado la parte del león de los Oscar de este año, Everything Everywhere All at Once, una, la original subtitulada y la otra doblada al español. En ninguna de las dos he conseguido llegar hasta el final. Se supone que es una película concebida para el gran público, pero qué público es ese. Si nos quedamos con las películas más populares de este año, he visto, por ejemplo, Babylon y Top Gun: Maverick, esta dos veces. Con las dos he disfrutado y yo diría que Babylon está entre las grandes películas del año. Everything y Babylon, a su modo, son excesivas. Pero si en la primera el exceso no conduce a nada memorable, un montaje acelerado a tono con la época del tik tok, de una banalidad que, literalmente, duerme, como a mí me ha ocurrido las dos veces, en Babylon hay creatividad de la buena, se burla con inteligencia y buen humor de aquello que toca, el mundo del Hollywood en el paso del cine mudo al sonoro. En Everything todo es convencional, el contexto familiar, la corrección política, las actuaciones, el aburridísimo guion; Babylon se dirige a tu inteligencia y a tu sentido del humor, a veces llega, quizá, al humor chocarrero pero el espectador se lo perdona porque es una burla inteligente; los actores están soberbios sobre todo Margot Robbie, que debería haberse llevado el premio muy por encima de Michelle Yeoh.


¿Por qué los 9.000 votantes de la llamada academia del cine de Hollywood la han preferido por encima de todas las demás? Si ese es el cine que viene es posible que los productores se ganen a los jovencitos tiktokeros, pero perderán a todos los demás. Es la película más banal que he visto este año, una nadería, una película que es al cine lo que los populismos están siendo a la política.



No hay comentarios: