martes, 24 de enero de 2023

Madurai (Palacio y templo de Meenakshi Sundaraswarar) 16

 


Otra larga jornada desde Munnar, en la húmeda montaña del té, hasta Madurai, en el estado de Tamil Nadu. Tercera ciudad de este estado, con dos millones de habitantes probables. Una curiosidad de la India: cada estado tiene una lengua oficial además del inglés, no necesariamente el indi, y lo más sorprendente, con grafías diferentes para cada lengua, el tamil, el malabar, el kannada o el bengalí, así hasta veintidós, siendo el tamil con el sánscrito los idiomas más antiguos. El indi es el idioma del norte. Así que el inglés, por fuerza se convierte en un factor de unificación, junto al sistema religioso filosófico del hinduismo. El jainismo, el budismo y el hinduismo se ven como ramas del mismo árbol, en cambio el islam en la India no casa con nada, una intromisión foránea en el sistema filosófico religioso de la India, según dan a entender los indios con quienes hablamos, no obstante representar el 15% de la población, en torno a los 210 millones. Una tensión en aumento.




Después de visitar el Palacio Thirumalai Nayak, con un cierto aire de palacio italiano por sus columnatas y patio central -participó un arquitecto italiano en su construcción-, en su momento el más grande del sur de la India, visitamos el Templo de Meenakshi Amman. También, en su estructura actual del siglo XVII, con un barroquismo que hasta cierto punto se parece al europeo. El Meenakshi Sundaraswarar es la joya de Madurai, un templo hindú histórico ubicado en la orilla sur del río Vaigai, construido entre los siglos XII y XVII, aunque lo que vemos hoy es una reconstrucción de unas 6 hectáreas, de los siglos XVI y XVII, tras ser destruido varias veces. Si fuese europeo equivaldría a una gran catedral o basílica. Está dedicado a la diosa Meenakshi, en la compleja mitología hindú una forma de Shakti, a su vez una forma de Parvati, consorte de Sundareshwarar, a su vez una forma de Shiva. Lo mas característico de los templos hinduistas son los gopuras, las torres llenas de coloristas divinidades, en varios pisos. Este templo cuenta con 14 totres, las más altas orientadas a los cuatro puntos cardinales, entre 45 a 52 m de altura. 




El complejo cuenta numerosas salas y corredores con pilares esculpidos; la más amplia, la sala de los 1000 pilares. Los santuarios principales del templo están dedicados a Parvati/Meenakshi, Vishnu y su hijo Ganesha, el elefante. En el centro hay un gran estanque escalonado en el que bañan a las divinidades. Y, separados, los santuarios dorados a los que solo tienen acceso los fieles hindúes. Parece que fue diseñando siguiendo el diagrama cósmico de un mandala.




El templo alberga varios festivales al año, algunos atraen a muchos peregrinos, el más importante, la boda de Meenakshi, que atrae a más de un millón de personas durante 12 días.




Hemos esperado hasta muy tarde porque había una procesión nocturna: Los indios se toman su tiempo. Una procesión alrededor del templo que debería haber empezado a las 7 de la tarde empezó a las 8:15. Primero salió el elefante con sus gualdrapas coloristas, un Ganesha vivo, seguido de varias carrozas para rodear su gran superficie.


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