Irán, tierra de innumerables movimientos religiosos, no ha sido inmune al milenarismo, el que congrega multitudes bien bajo el signo del fin de los tiempos bien bajo la promesa de un Mesías por llegar, mientras tanto promete la redistribución de la riquezas y el amor libre. Movimientos de cariz religioso que aparecen en momentos de crisis o de invasiones de pueblos extraños que trastocan las creencias tradicionales. El más conocido en Irán fue el mazdaquismo, quizá el movimiento religioso con ideas más cercanas al socialismo: Mazdak, que vivió en la época sasánida, en torno al siglo VI, defendía la comunidad de bienes, el trabajo comunitario, el hedonismo y el amor libre, sobre la base del zoroastrismo, la lucha de la luz contra las tinieblas. El dualismo vale tanto para la oposición religiosa bien/mal como para la política poderosos/humildes. Este reformismo político de base religiosa ha sido una constante en la historia de Irán.
Se puede pensar que los jurramitas (podría traducirse como 'Los de la religión alegre') de comienzos del siglo IX, en el centro de la oposición acerí contra la invasión árabe, un movimiento religioso ecléctico, fueron inspirados por los mazdaquistas. Mazdaq había defendido que la riquezas y la lujuria eran la raíz de todos los males, así que había que repartir las riqueza equitativamente y poner a las mujeres en común. El líder de los jurramitas, Babak Khorramdin, tuvo su base principal en la fortaleza que hoy vamos a visitar, la que lleva su nombre. Durante veinte años fue capaz de resistirse a la conquista del califato abasí. El movimiento combinaba la preservación de la cultura, la lengua y la religión persa frente a los invasores islámicos con un reformismo social contra los terratenientes.
La fortaleza de Babak aparece en lo alto de un cono rocoso, a 2.600 m. Teníamos programado caminar durante tres horas para subir. Pero como nuestras rutas son kilométricas al final hemos alquilado unos toyotas para hacer el último tramo hasta llegar a la base que necesariamente ha de hacerse a pie. Una hora más. Los chóferes compiten, como si de un rally se tratara, para ver quién hace la locura mayor e impresionar a los turistas. El desnivel es fuerte y combina sendas de cascajo con escalones de piedra. Es una gran atracción para los iraníes, un auténtico nido de águila con vistas espectaculares sobre acantilados y desfiladeros a los pies y sobre los montes cercanos. Realmente parece una fortaleza inaccesible. En las ruinas, puede adivinarse el castillo un palacio y un templo. Babak es un héroe nacional en Azerbaiyán.
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