¿Si no has estado en este país cómo lo imaginas? Las carreteras son pocas, estrechas y en mal estado. Si sales de la carretera en cualquier dirección encontrarás grandes cantidades de arena, polvo del desierto que se va depositando y que el viento mueve de un lado para otro. Polvo y arena por doquier. La extensión del país equivale a dos quintos la de España, pero el paisaje es muy diferente de norte a sur y de la costa al interior. Las ciudades son pueblos enormes, con pocos edificios estables hechos con materiales sencillos, con pocos o ningún edificio significativo salvo las mezquitas, de las cuales la de Tuba es la referencia. Gran parte de la población se despliega en poblados con casas humildes, techos de paja o de chapa y paredes de adobe o ladrillo. En su interior las habitaciones están separadas de la cocina, el suelo de arena prensada y un corralito con animales pequeños. Con suerte tienen un huertecillo. La vida se hace en su mayor parte en la calle. Los niños van a la escuela allí donde la hay, las mujeres están ocupadas lavando cocinando limpiando a los niños. Los hombres permanecen ociosos bajo la sombra de las anchas copas de Las acacias o en los espacios cubiertos en las plazas reservados para ellos. Claro está que ahora es época seca y, de creerlos, en la estación húmeda siempre están en el campo. Junto al polvo y la arena el otro elemento que salta a primera vista son los mercados a pie de carretera, con productos u objetos escasos y de poco valor. En los pueblos del interior también entran en el mercado los animales.
Aunque en su mayoría es un país musulmán con una pequeña población de católicos parece que se conservan las festividades y los rituales animistas en muchos lugares. Las costumbres, el modo de vestir y de hablar, el comportamiento de las gentes se ve relajado, sin el control social que se aprecia en los países árabes, lo que no obsta para que se vea el escalonamiento social entre hombres mujeres y niños y también entre los que tienen negocios y sus empleados, entre extranjeros y nativos, entre la autoridad y los civiles. La libertad y la igualdad requieren años de práctica. También se aprecian notables diferencias regionales.
El cabo Skirring está en la punta más sureña del país pegado a la frontera con Guinea-Bisáu, en Casamance, cuya capital es Ziguinchor. Es zona turística con hoteles de propiedad francesa, playas, bosque de palmera, cocoteros, ceibas y en menor medida baobabs. Aparte de los pueblos diola visitables, están los manglares, cuyas raíces están llenas de ostras.
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