sábado, 21 de noviembre de 2020

Historias lamentables

 


No es de extrañar que Javier Fesser para su nueva película haya preferido juntar unas pocas historias, parecen cuatro pero son más, en lugar de contarnos una sola bien trabada, porque sabe que lo mejor que se le da son las escenas cómicas al modo de 13, Rue del Percebe aquella divertidísima página que Francisco Ibáñez montaba cada semana en la revista Tío Vivo de Bruguera y de años juveniles. En la primera, un joven quiere devolverle un preciado recuerdo a su padre el día de su jubilación, aunque lo que el padre recibe no es lo que esperaba; en la segunda, Bermejo, un veraneante alicantino, ordenado y juicioso, que madruga cada mañana temprano con silla y sombrilla para que no le quiten su trozo de sol aparece en una playa de Valladolid; en la tercera, Ayoub, un africano sin blanca, tiene la mala suerte de topar que una mujer más pobre que él y, en la cuarta, una historia más barroca y larga, un empresario ludópata y arruinado cree que en la vida puede hacer trampas parecidas a las del póker.


Cada una de las historias, marca de la casa (Campeones, Mortadelo y Filemón, El milagro de P. Tinto…), tiene su momento de risa a costa del prójimo y su momento empático a tono con la bondad natural del género humano. No hemos de esperar, por tanto, una historia bien pensada de alguna utilidad para el conocimiento humano sino pura diversión. Y a fe que tiene momentos divertidos, personajes bien ideados con actores que dan el tipo y escenas cómicamente ingeniosas hasta el punto de la carcajada. La producción acompaña. Las películas españolas cada vez están más cerca del nivel técnico de los países punteros. Qué falta. El problema de los actores españoles, que no saben hablar. Y a Fesser, ambición. Y otra cosa más, novedosa en España, la película se estrena primero en Amazon y parece que, luego, irá a los cines.



No hay comentarios: